Artículo Original en Inglés, Por Troy Britain
(c)1999
Traductor: Hernán Toro.
Nota del traductor: Se hizo un leve cambio en los énfasis y en los colores con respecto al artículo original, para conservar la estética del website. Esto afectó la forma como traduje la nota violeta entre corchetes de más abajo. El énfasis del traductor aparece en negrilla.En el capítulo V (Geología moderna y el Diluvio) de "La Inundación del Génesis", Morris y Whitcomb discuten el sobreempuje de Lewis. Su afirmación (Y antes de ellos, la de Price) es que el sobreempuje de Lewis es; "... donde una extensa área de caliza precámbrica descansa en clara conformidad sobre lechos de esquisto cretácicos. Otras áreas en la misma región general tienen calizas paleozoicas superpuestas a las cretácicas. Se dice que muchos de estos fenómenos se atribuyen al "sobreempuje de Lewis," una vista del cual aparece en la Fig. 15..."
Y que; "si tal cosa hubiera ocurrido, parecería que cada parte del bloque superior estaría intensamente deformado y que especialmente, el plano de falla estaría breciado, deformado y tal vez metamorfizado en todas partes. Pero aunque hay evidencia de perturbación en muchos puntos del supuesto plano de falla y encima de éste, también hay muchos puntos donde no parece haber evidencia física alguna del tremendo deslizamiento que se supone, tuvo lugar. La Fig.17 muestra un acercamiento de la línea de contacto."
En una nota de pie de página opuesta a una fotografía
(Fig. 15)titulada "el sobreempuje de Lewis", Morris saca una cita de un
artículo escrito por Clyde Ross y Richard Rezak, para demostrar
cómo la zona de contacto entre las dos capas es demasiado suave
para ser una caso de sobreempuje:
"Ross y Rezak dicen: "La mayoría de los visitantes, especialmente aquéllos que permanecen en los caminos, quedan con la impresión de que las franjas de estratos no han sido perturbadas y yacen casi tan planas hoy día como cuando fueron depositadas en el mar que desapareció hace tantos años."
Aquí está la cita en contexto, del artículo
original:
"La mayoría de los visitantes, especialmente aquéllos que permanecen en los caminos, quedan con la impresión de que las franjas de estratos no han sido perturbadas y yacen casi tan planas hoy día como cuando fueron depositadas en el mar que desapareció hace tantos millones de años." Realmente están dobladas, en en ciertas zonas de forma muy intensa. Desde puntos en y cerca de los senderos del parque, es posible observar lugares donde los lechos de la serie de franjas (como se revela en los afloramientos de riscos, precipicios y paredes del cañón) están dobladas y arrugadas casi tan intrincadamente como los estratos más nuevos y suaves en las montañas del sur del parque y en las grandes llanuras que unen el parque con el este." [Azul, citado por Morris & Whitcomb, rojo, énfasis mío.]
Así que Morris y Whitcomb no sólo no dan el resto
de la cita que contradice su afirmación, ¡sino que
incluso eliminaron las palabras "millones de"!
Ahora, como cité previamente, Morris y Whitcomb afirman tener
una foto de la zona de contacto (Fig. 17), tomada por el Botánico
creacionista Walter Lammerts. La sentencia bajo la foto dice:
"La naturaleza casi perfectamente horizontal de la línea de contacto del sobreempuje de Lewis (señalada con una flecha) se revela en esta fotografía. Ciertamente, no hay una indicación evidente de cualquier monto sustancial de distorsión cizallante a lo largo de esta superficie. Debido a diferencias entre las caracteristicas estructurales del esquisto y la caliza, unos pequeños movimientos diferenciales en los dos lados del plano de deposición, han causado alguna distorsión leve, particularemente abriendo una hendidura de corte limpio a lo largo del contacto. A lo largo de toda esta línea de contacto, durante por lo menos media milla, se encuentra una capa muy delgada (1/16 a 1/8 de pulgada) de material parecido a esquisto, hecho de finas partículas de arcilla, adhiriéndose en algunos lugares a caliza del Algonkiano superior y en otros lugares a los esquistos cretácicos subyacentes, que son litológicamente muy distintos de la propia capa. Resulta inconcebible que esta fina capa hubiera quedado intacta si la caliza realmente hubiera sido empujada encima del esquisto, como lo exige la interpretación del "sobreempuje" de Lewis".
Sólo hay un pequeño problema con todo esto. En 1962,
el
año después de que "La inundación del Génesis"
fuera publicada, Lammerts volvió al lugar con dos creacionistas
entrenados en geología y ellos le señalaron rápidamente
que ¡el punto que él había fotografiado estaba 200
pies sobre el verdadero punto de contacto! Ellos también
le confirmaron que la evidencia de sobreempuje era "sobrecogedoramente
clara".
Por supuesto, la pregunta es ¿En últimas, por qué
Morris y Whitcomb usaron las fotografías de Lammerts? Ellos usaron
varias fotos del artículo de Ross y Rezak. ¡De hecho, la Fig.
15 de "La Inundación del Génesis" es una foto de larga distancia
de la zona de contacto, tomada del artículo de Ross y Rezak! Por
supuesto, la explicación bajo la foto en el artículo original
(Fig. 139) le dice al lector :
"Note la cantidad extremada de plegamiento en la roca cretácica bajo el sobreempuje de Lewis."
También hay una foto de acercamiento de la zona de contacto
en el artículo de Ross y Rezak (Fig. 138.) que muestra cuán
plegada y distorsionada se encuentra.
Pero ninguna de estas fotos hubiera respaldado las afirmaciones de Morris y Whitcomb (de hecho, las refutan), así que decidieron ignorarlas y conseguir sus propias fotos e ignorar las explicaciones de las fotografías que ellos usaron.
Ahora, si estiramos nuestra imaginación para decir que estas inexactitudes fueron el resultado de poca calidad académica (común en la literatura creacionista) en lugar de deshonestidad, ciertamente Morris y Whitcomb podrían haberlas corregido en alguna de las muchas reimpresiones que se han hecho desde 1961.
Pero no, ellos permanecen totalmente callados, incluso en la última
impresión. Y sus lectores confiados creen lo que ellos dicen
y salen corriendo a decirnos a los "evolucionistas" cuán equivocados
estamos al aceptar todas estas cosas geológicas.
Referencias:
The Creationists por Ronald Numbers (1992) (ver pp. 217-219)
The Genesis Flood por John C. Whitcomb y Henry M. Morris (1961 5a. impresión)
The Rocks and Fossils of Glacier National Park: The Story of Their Origin
and History by Clyde P. Ross & Richard Rezak, Geological Survey
Professional Paper 294-K (1959)