Por: Jorge Martin desde Puerto Rico

El gran radio-telescopio de Puerto Rico, piedra angular del Programa SETI de detección de vida inteligente extraterrestre, ha sido en los últimos años escenario de un número importante de avistamientos OVNI.

Puerto Rico. Municipio de Arecibo. Madrugada del 9 de octubre de 1998. La familia de William Jiménez, que había perdido su vivienda a causa de los terribles efectos del huracán Georges, se encontraba durmiendo en un refugio del barrio Esperanza, al lado del famoso Radio Observatorio de Arecibo, que posee el mayor radiotelescopio del mundo. Uno de los hijos de Jiménez, que acababa de llegar de su trabajo nocturno, les despertó para que salieran a ver un objeto enorme que en ese mismo momento estaba sobrevolando la zona.

“Mi hijo nos despertó sobre la 1:30. Todos salimos y vimos aquella cosa. Era una gran luz amarillenta con forma ovalada. Estaba a una altura considerable y se movía lentamente. Cuando pasó por encima de la casa vi que tenía lo que parecían cinco focos muy potentes dispuestos en forma de cruz, con una luz roja y otra de color ámbar en el centro. Sólo emitía un leve sonido y nos extrañó ver sobre nosotros, muy cerca, un objeto tan grande pero tan silencioso. Dio una vuelta en círculo y se alejó en dirección al radar del radiotelescopio. Entonces hizo un ruido parecido al de un cohete».

William Jiménez está seguro de que el OVNI tomó esa dirección concreta. Pero, además, recuerda que no se trata del primer avistamiento de este tipo cerca de las instalaciones del famoso radiotelescopio, que, curiosamente, está encargado del programa de búsqueda de vida inteligente extraterrestre (SETI). «En otra ocasión yo mismo vi un objeto en forma de pequeño disco azul. Pero éste era diferente, era mayor que los aviones militares norteamericanos de carga. No le vimos rotores, ni motores, ni turbinas. Dio un viraje en círculo y se fue por donde había venido. Fue un giro completo».

Es imposible, a la vista de estas declaraciones y de otras muchas, que estos fenómenos no hayan sido observados también por el personal científico y de seguridad del radio-observatorio de Arecibo. Más aún, como veremos al examinar otros testimonios, hay indicios de que las más altas instancias científicas y de seguridad de EE UU no sólo han detectado el hecho, sino que, además, es posible que hubieran establecido ya algún tipo de comunicación con extraterrestres.

Guillermo Acevedo y su esposa, Silvia, residentes en el barrio Cercadillo del municipio de Arecibo, nos han ofrecido su testimonio sobre los extraños sucesos que vivieron, en compañía de un grupo de amigos, una soleada tarde de 1994. El matrimonio se encontraba en el sector del barrio Hato Viejo, que también está muy cerca de las instalaciones del radio-observatorio.

«Serían las dos y media o tres de la tarde -declara Acevedo-. Habíamos ido a visitar a unos amigos que viven en un punto alto de la montaña. Estábamos en el balcón, contemplando un lugar llamado El Mirador, en la carretera que va a Utuondo. Entonces observamos un extraño objeto posado sobre un terraplén. Era imposible no verlo debido a los fuertes destellos que producía al reflejar el sol. Eso, lo que fuera, no flotaba en el aire, sino que estaba posado en tierra. Despedía un brillo muy fuerte, como si el objeto, que era tan grande como el mismo terraplén, fuera de níquel o de aluminio. Tenía una especie de cúpula con un alero redondo alrededor, debajo del cual se veía lo que parecía ser una plataforma con escalones. Unos minutos después, la plataforma se recogió dentro de la nave y ésta se separó un poco del suelo, se inclinó y, enseguida, salió disparada hacia el cielo a gran velocidad. Le puedo asegurar que no parecía haber sido fabricada por el hombre. Yo tengo alguna experiencia para saberlo, porque serví en la Marina estadounidense y estuve en grandes bases. Nunca vi un objeto parecido ni nada que pudiera desarrollar una velocidad tan alta».

Aparece una misteriosa camioneta
«Cuando el objeto partió -continúa Acevedo-, se oyó una fuerte explosión, como un trueno, y la tierra tembló. Se parecía al sonido de los aviones cuando rompen la barrera del sonido y dejó un eco de reverberación». Pero la mayor sorpresa se produjo tras la desaparición del OVNI. Según los testigos, un vehículo salió del Mirador. Era una camioneta blanca con los cristales ahumados, que partió hacia el norte, en dirección a Arecibo.

«No puedo evitar pensar que en Puerto Rico, y en esta zona concreta, está pasando algo muy raro -nos confiesa Acevedo-. Yo no creía antes -en estas cosas, pero ahora estoy convencido de que nos encontramos ante algo que no es terrestre... Pero lo que más me intriga es la camioneta blanca, porque salió del mismo lugar que la nave y eso significa que hay determinada gente relacionada con estos hechos. Pienso que los servicios de Inteligencia de EE UU pueden haber establecido un contacto extraterrestre. La misma dueña de la casa de Hato Viejo donde vimos todo esto, nos contó que había una gran actividad en ese terraplén. Muchas noches contemplaron luces subiendo y bajando y, aunque sus hijos querían acercarse para observar lo que ocurría, ella no les dejó porque tenía miedo».

Silvia Acevedo corroboró lo manifestado por su esposo. Para ella también es probable que se ha establecido comunicación con entidades alienígenas. En nuestra investigación de estos testimonios pudimos comprobar que se trata de una opinión compartida por muchas otras personas que residen en esta zona y que han presenciado hechos misteriosos de la misma naturaleza.

Otras informaciones sobre las extrañas apariciones de ovnis en la zona del Radio Observatorio de Arecibo fue suministrada por un oficial del cuerpo de Policía de Puerto Rico, residente en el ya mencionado sector de Hato Viejo. Este testigo, cuya identidad y rango mantendremos en el anonimato por razones obvias, nos contó los hechos inquietantes que tuvieron lugar entre octubre y noviembre del año 1994.

«Detrás de mi casa -aseguró el oficial- hay unos montes y un poco más allá está el Radio Observatorio de Arecibo. Una noche, a las 9:30, pude contemplar una serie de luces brillantes, tipo láser, que salían de las instalaciones. Eran blancas, verdosas y rojizas. Cuando dejaron de verse apareció un gran objeto con forma de cilindro que se detuvo verticalmente, justo sobre el Observatorio. Era enorme y desprendía una luminosidad verde. Detrás del cilindro había unas nubes inmensas y el objeto estaba como suspendido debajo de ellas. Desde detrás de las nubes se veía una luz intensa, blanco-azulada, parecida a la de los relámpagos, que barría el ciclo desde abajo hasta arriba. El objeto se mantuvo allí entre cinco y siete minutos, por lo menos. Luego desaparecieron, tanto él como las luces que, en mi opinión, y sin ninguna duda, salían del Radio Observatorio».

Dos teorías para un caso abierto
Durante nuestra conversación le preguntamos al oficial si consideraba que de los hechos descritos por él podía deducirse que alguien, desde el Radio Observatorio, estuvo haciendo unas señales luminosas, cuya respuesta fue la aparición del objeto cilíndrico.

«Sí -nos respondió-, parecía que se estaba estableciendo algún tipo de comunicación. Ahora bien, el gobierno o las agencias de seguridad se ocupan de que estos hechos no sean conocidos por la opinión pública. Pero por aquí se comentan mucho este tipo de avistamientos».

Después de analizar las declaraciones de los diferentes testigos y de estudiar los extraños acontecimientos que tienen lugar en las cercanías del Radio Observatorio de Arecibo, dos hipótesis se abren paso como las más probables a la hora de sacar conclusiones.