El
Candombe es un ritmo proveniente de Africa que ha sido parte importante de la
cultura uruguaya por más de doscientos años. Uruguay con una población de
aproximadamente 3.2 millones de habitantes, es un pequeño país ubicado en
Sudamérica, que tiene como países limítrofes a sus dos grandes vecinos Brasil
(162 millones) al este y Argentina (34 millones) al oeste. Este ritmo llegó a
Uruguay desde Africa gracias a los negros esclavos, y aún palpita en las
calles, en los corredores y en los carnavales de este pequeño país encantador.
Para comprender cómo evolucionó este ritmo fuertemente
enraizado en la cultura uruguaya, es necesario dar vuelta las hojas de la
historia africana y sudamericana para observar como este ritmo contagioso ancló
en las costas montevideanas. Los textos que siguen a continuación son
fragmentos extraídos de libros y artículos sobre el candombe, así como también
hay opiniones de algunos personajes que lo han vivido muy de cerca.
Montevideo, capital del Uruguay fue fundada por los españoles
en un proceso iniciado en 1724 y culminado en 1730. En 1750 comenzó la
introducción de esclavos africanos. A principios del siglo XIX la población de
origen africano en Montevideo seguramente excedía el 50% de los habitantes. El
origen de esta población no fue de un Africa homogénea, sino que fue de un
Africa multiétnica y culturalmente muy variada. Siendo la mayoría un 71% del
área Bantú, Africa Oriental y Ecuatorial, mientras que el resto era de origen
no Bantú, de Africa Occidental: Guinea, Senegal, Gambia, Sierra Leona y Costa
de Oro (hoy Ghana).
El área Bantú,
esa enorme región cultural africana con un mosaico étnico complejísimo -
alrededor de 450 grupos - y una expansión linguística que sobrepasa los límites
migratorios de los hombres: más de 20 grupos linguísticos y 70 dialectos.
Se estima que
desembarcaron en las costas de América, Norte y Sur, no menos de diez millones
de "piezas de ébano", lo que implica una sangría de sesenta millones
de seres humanos, en base al cálculo de que por cada seis víctimas de este tráfico,
sólo una llegaba al puerto en que era subastada. Para entender lo que esto
significaba, entonces en términos demográficos, bastaría el dato de que al
comenzar el siglo XIX Buenos Aires tenía una población de apenas 50.000
habitantes.
Biafra estaba muerta, nadie allí quiso llegar
Por unos negros que mueran, ¿a quién le puede importar?.
Briafra, estás desierta, tus tambores ya no están
Así cantaba tu gente mientras pudieron cantar:
Ne-ia ne-ia cumaia-nagatá
Ne-ia ne-ia cumaia-nagatá
El Candombe es supervivencia del acervo ancestral africano de raíz Bantú traído por los negros llegados al Río de la Plata. El término, es genérico para todos los bailes de negros: sinónimo pues, de danza negra, evocación del ritual de la raza. Su espíritu musical trasunta las añoranzas de los desafortunados esclavos, que de súbito se vieron transplantados a América del Sur, para ser vendidos y sometidos a duras faenas. Eran almas doloridas, guardando incurables nostalgias del solar nativo. En época de colonia, los africanos recién llegados llamaban a sus tambores con el nombre de tangó. Con este vocablo también llamaban al lugar donde los negros realizaban sus danzas candomberas, las cuales además eran denominadas con este término. Con la palabra Tangó se designaba el lugar, el instrumento y por extensión el baile de los negros.
En los
albores del siglo XIX, al Cabildo de Montevideo le preocupaba seriamente la
realización de los candombes, a los que denominaban indistintamente "tambó"
o "tangó", prohibiendo y castigando duramente a sus cultores por
considerar que esta danza era un atentado a la moral pública. En 1808 los
vecinos de Montevideo solicitaron al Gobernador Francisco Javier Elío, que
reprimiera más severamente los candombes y "prohibiera los tangós de los
negros".
En Africa tambor y ejecutante se definen con la misma
palabra: Tambor.
"Kalunga
Kalungangué O-je o-je Imbambué"
Era la voz de los viejos "tatas" del Candombe a mediados del siglo
pasado, sonando en las salas de las sociedades de Negros, hijos y nietos de los
llegados en las bodegas de los barcos negreros. Entre 1751 y 1810 Montevideo
recibió grandes contingentes de africanos en barcos de banderas inglesas y españolas.
Su cultura fue rápidamente sojuzgada por el español, pero la necesidad de
expresión, su liberación se mantuvo a través del Tambor.
El Tambor del Candombe es la presencia ancestral africana
en el Uruguay.
Pintura de Candombe de Pedro Figari (24cmx64cm). Figari
pintó este cuadro en 1932 (tenía 71 años en ese momento). Se podría
considerar que la imagen de arriba se relaciona con sus recuerdos de infancia,
donde se ilustran las reuniones de candombe de mediados del siglo XIX.
Las casas de reunión donde los esclavos asistían con
licencia de sus amos, eran cerradas al público en general en el Montevideo
antiguo, eran llamadas Tangós y en ellas celebraban sus festividades y
ceremonias al son del Tambor.
De esta época de celebraciones, original en Uruguay, sólo
los toques se conservan y tienen su mayor manifestación en las
"Llamadas" del barrio Sur y Palermo. Han conseguido preservar su
memoria ancestral en el sonido del Chico, el Piano y el Repique.
Apasionados por el ritmo con fugaz e ingenua alegría, el
baile es la recompensa por sus tareas de mandil, por las tareas de carga que van
deformando sus cuerpos ágiles.
El 28 de Octubre de 1846 el Presidente de la República
Joaquin Suárez abolió la esclavitud en Uruguay en un proceso que comenzó en
1825.
Uruguay abolió la esclavitud y algunos documentos
describieron los rituales de danza africanos en Montevideo y en el campo, que
fueron conocidos como tangós (con acento en la segunda sílaba). Esta palabra
se refiere diversamente a los tambores, las danzas y los lugares donde se
llevaron a cabo los rituales religiosos. En ese respecto consiste un intrigante
cuento musicológico sobre los oscuros orígenes del tango, uno de los géneros
musicales más conocidos de Latinoamérica.
|
El
tango se desarrolló simultáneamente en Montevideo y en Buenos Aires.
Aunque tradicionalmente se considera una creación de inmigrantes italianos y
españoles, los expertos opinan que la danza y la música africanas influyeron
profundamente en la música y en los movimientos de baile que se asocian con el
tango.
La población negra en Argentina fue desapareciendo, por
un lado, en el 1800 la fiebre amarilla diezmó la población, por otro lado, a
causa de los matrimonios mixtos y finalmente, por el masivo reclutamiento
militar de negros que luego morían en las guerras. En Uruguay hace dos siglos
atrás, la gente de descendencia africana representaba alrededor de la mitad de
la población, actualmente el número gira en torno a las 189.000 personas en
una nación de 3.2 millones.
Después de la declaración de su Independencia en 1825,
las guerras civiles dividieron la República durante 75 años. La dictadura
militar silenció al Uruguay desde 1973 hasta que la democracia se restableció
en 1985, cuando muchos exiliados volvieron a sus hogares. Alrededor del 90% de
los uruguayos, la gran mayoría de descendencia española o italiana, vive en
ciudades, siendo Montevideo donde se encuentra casi los 2/5 de la población. La
educación es gratuita y obligatoria, siendo uno de los países más instruidos
de Latinoamérica.
En Montevideo, el Uruguay de las noches domingueras, los
tambores del Barrio Sur se reúnen a la luz del fuego en una intersección del
histórico barrio de los negros, en una tranquila esquina de Sudamérica. Las
llamas bailan en la poderosa luz de una fogata que se enciende para calentar las
lonjas de los tambores. Filas de tamborileros desfilan por la calle en una
confusión de músculo, sudor y sonido, llenando la noche con un ritmo
proveniente de África, conocido como Candombe.
Luna, Barrio y Tamboril de Fernando Gómez Germano
El ritual de la
esquina de la calle es parte del capítulo olvidado de la diáspora africana.
Los tambores cuentan la historia del profundo impacto que la cultura africana ha
tenido en Uruguay y en otros lugares de América Latina. De hecho, los
afro-uruguayos celebran un fragmento de la historia, que es a menudo ignorado.
Nostalgias del Candombe de Pedro Figari
El
criollo que formó la entera nación, ha preferido ser uno de muchos, ahora.
Para que honras mayores sean en esta tierra, tiene que olvidar honras. Su
recuerdo es casi un remordimiento, un reproche de cosas abandonadas sin la
intercesión del adiós. Es recuerdo que se recata, pues el destino criollo así
lo requiere, para la cortesía y perfección de su sacrificio.
El ritmo del Candombe se crea al combinar tres tambores,
piano, chico y repique. Cuando estos tres tambores "levantan presión",
se oye algo único, que probablemente nunca escuchó antes.