Versiones 33
Agosto - Setiembre 2000 - Año del Dragón
Director: Diego Martínez Lora
Iván Ruiz Ayala(*):
El amor y el silencio, y otros poemas
EL
AMOR Y EL SILENCIO
(Bach BWV 208)
Naciste con el aura de los besos
en la soledad de los pasos
cuando tu cuerpo desnudo
elevaba sus primeras albas hacia el cielo
y un halo de luz filtraba en las sienes
la leve sonrisa de tu corazón eterno
En la mañana donde dejé mi sonrisa
en el instante en que la alborada desaparecía
pude escuchar tu voz de aliento
la tenue caricia de tu cuerpo desnudo
diciendo con su silencio de siempre:
Ven, estoy aquí
en tus entrañas, en tus besos
en la caricia sostenida de tu cuerpo
Ven como la sonrisa nacida de un deseo
para satisfacer su destino
Como la orilla que recala en la misma ola
y horada el pensamiento de un solo romance
Has de pronunciar la palabra que empaña las lágrimas
y no deja decir "te he amado"
sino ama
sin dejar nada a cambio
Ha de caer la lluvia embadurnándonos de besos
como esas manos que absorben los besos
poblándolos de labios
Ven corazón y estrecha la fuente que espera
el hilo de luz que riela por el destino
Ven a mostrar con el corazón cansado
que la vida existe
y la luz arde y no se consume
pues nace del vértigo de las sienes
Ven novia de mi amor desnudo
a adornar de besos la estancia de nuestro sueño
a escanciar de flores lo que la tarde ofrece
en la soledad de su fragancia
Ven corazón y entrega la vida
a lo que es la vida
la noche a lo que es el deseo
el deseo a lo que el dolor ofrece
y el dolor a lo que la muerte entrega
El cántico del amor nunca muere
pues nace de tus manos eternas
Allá florece primavera
con dulce encanto
Y alumbra misterio
con dulce sonrisa
Allá seremos desnudos
amor estrella viento rocío
(enero
94)
Y SI VINIERAS A MEDIANOCHE
Y si vinieras a medianoche
llena toda de fragancia
cubierta de amores
oh virgen de los pies descalzos
atravesarías el umbral de la sala
mientras todos duermen
en cada regazo
Vendrías a cobijarte
bajo mi lecho
a rociarme de tus besos
y a beber de la fuente
donde se esconden los amores
Vendrías a entregarme
lo que una virgen puede ofrecer
a los diecinueve años:
su soledad, pureza, fragancia
y el encanto dorado de sus miembros blanquecinos
Me dirías: "He pensado en ti
desde cuando el sol se escondía en su fuego
y alumbraba el agua del camino
Aguardé a que mis dueños se fueran a dormir
Estoy ahora contigo"
"He pensado que contigo no habría soledad
sino compañía
estrella donde mana
la luz dorada de la vida"
Oh dueña de mi prado escondido,
si has corrido peligro de perecer
por sólo entregarte a mis brazos,
yo te ofreceré el silencio
de mis manos bermejas
y el brote dorado de mis ojos rojos
(Mi corazón se ha detenido a escuchar tu voz
que baja como cierva desnuda
a alumbrar de fulgor el silencio)
(1996)
SOR MARÍA
"¡Oh, Sor María! ¡Oh, Sor María! ¡Oh, Sor María!"
RUBÉN
DARÍO
Es una historia sencilla
Un hilo de luz filtraba en las hojas del jardín
La capilla en penumbra invitaba al silencio
La hermana María mira hacia el Sagrario
y sus labios murmuran inaudibles palabras
Es feliz como una flor recién nacida
Como el cielo venido a las seis de la mañana
Oh hermana María que oras con los labios
La sonrisa de los niños se dibuja en tu boca
El cántico de las aves acaricia tus manos
Y el óvalo de tu rostro proclama a los hombres
un relumbre de música y de flores llena
¡Que Dios existe y la vida es bella!
(1991)
CARIÑO DE ESPIGAS
Tu nombre
generosa mujer
llena la tierra
con el canto de las golondrinas
que abandonan su nido
Tu nombre
generosa mujer
cubre la calle
con el cariño de espigas
que brota de la mañana
Por algún lado ando perdido
con mi música de antaño
llevando en las manos
el agua de los sueños
Por algún lado te encuentras
con tu cabellera de diosa
cubriendo toda hermosa
la desnudez del mundo
Maravillosa mujer:
sube a nacer conmigo
a poblarme de tus sueños
y a dar a conocer mis lejanías
Sube, sube pronto
de donde habitas
de donde nace
tu corazón de espigas
(1989)
VOCES ANTIGUAS
No te vayas, soledad
No te dejes ir
hora de tarde vestida
Mira el camino yerto
los naranjos sin flor
y la sed del amor
deshecha por los besos
Tú eres la lumbre de un tiempo antiguo
la soledad de un camino
que albergó las manos frías
Eres melodía que canta
línea de un cuaderno
donde se escribe la palabra deseo
No te vayas soledad
No te dejes ir
cuando la lluvia cae
y las caricias asustan incluso a los muertos
No te vayas soledad
que quiero pronunciar la palabra deseo
(1988)
MI CASA
Hay un lugar en el mundo donde los ojos se abren como peces
y las palabras resuenan como estrellas en el alba
Un lugar donde la penumbra es tan quieta
que el olor de las manos se expande como flores en los labios
Un lugar donde las voces de los niños son apenas murmullos
y la música que resuena es el silencio
Hay un lugar en el tiempo donde el espacio es tan corto
que las yemas de los dedos palpan los rostros más lejanos
Un lugar donde las llamas lamen cortezas
sintiéndose sobrecogidas por las hojas
Un lugar donde la lluvia es tan quieta
que las palabras se sienten desguarnecidas en la boca
Ese lugar es mi casa
el espacio donde nada existe
y todo se evoca
(sep. 91)
DULCE COMO UN SUEÑO
Vienes. La estancia está aguardando. Han llegado las horas, la noche, el
silencio. ¿Dónde te diriges? Si estás dormida como un genio de los bosques.
Detén tus pasos y escucha el latir del hogar. Una luz en la sombra indicará
que estoy aguardando junto al fuego. Deja tus vestiduras. No importa el
aire cansado ni el color de tu rostro. Toca la puerta que en medio de la
noche regresaré para cubrirte con mis besos y aliento, para adornarte con
el susurro del viento. Entonces renacerás como una diosa para estar siempre
conmigo: hermosa, resplandesciente, dulce como un sueño que ha llegado a
hacerse tierra.
(1989)
ENSEÑA
No has de perderte sin mi compañía, bien lo sabes
Yo estaré esta noche contigo
He de tomar el bus para llegar a tu casa
Ni la jauría de perros ni el tendero podrán detenerme
¿Cómo habrían podido hacerlo si mi deseo
es más fuerte que su amor?
No he de dejarte sola esta noche, bien lo sabes
pues tengo mis manos preparadas
para amar tu cuerpo perfecto
Tú has de estar pensando en mí, ¿no es cierto?
Estarás junto al balcón contemplando surcar las aves
aspirando el deseo que nace de tus entrañas
Dejarás caer las hojas
como la lluvia baña el rostro
como las sombras que dispersas
se guarecen bajo el ansia de los cuerpos
Dejarás al silencio invadirnos
llenándonos de caricias
con esas manos que huyen
sin que se sientan los labios
Esta noche
Esta noche lameremos la calle
como dos mendigos ansiosos por su paga
como dos amantes que han cubierto el ruido de sus pasos
con caricias y besos
con gemidos extraños
Ya no quiero seguir pensando en ti
Correría ahora mismo a buscarte
(Las sugerencias del amor son tan cercanas al lecho
que duermo en silencio contemplando las fragancias de tu sexo)
(*)Iván Ruiz Ayala, poeta y profesor universitario peruano. Actualmente radica en USA.