Versiones 35  Diciembre 2000 / Enero 2001 - Año del Dragón 
Director: Diego Martínez Lora   
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la aventura de compartir la vida, las lecturas, la expresión...


Diego Martínez Lora:


Destino


No me ha venido la regla. Creo que estoy embarazada, ¿me escuchas?, embarazada, como suena, embarazada, em-ba-ra-za-da. Te tengo que ver ahora mismo. Te necesito. ¿Está bien en la esquina de siempre? Vas a ser padre. ¿No te gusta la idea? No, no es ninguna broma. ¿De qué vez? ¿No te acuerdas cuando se me quedó el preservativo dentro? ¿Que aborte? Ni cagando. ¿Tú crees que yo haría una cosas de esas? Qué poco me conoces. Sabes bien que soy católica-apostólica-romana. Simplemente vas a ser padre. ¿Por qué no quieres encontrarte conmigo ahora? Ya pues. Ahora que ya lo sabemos por lo menos podríamos hablar un poco. Te necesito, no me has oído o estás sordo. Sí, tú te haces el sordo cuando quieres. A las ocho en punto, ¿está bien? ¿Acaso no tienes ganas de verme? Me acuerdo que alguna vez me pediste para hacerlo sin preservativo, mira, ahora tenemos la oportunidad, piel a piel. ¿No quieres? ¿Ya no hay ningún peligro de que salga embarazada? Ya estoy embarazada, bruto. ¿Por qué me mandas a la mierda? ¿Irresponsable? No soy ninguna irresponsable, a ti se te salió el preservativo, no a mí. ¿Te voy a ver más tarde o no?(...)

            ¿Por qué eres tan bestia para hablarme? Sí, ya sé que te pusiste un poco nervioso, te preocupaste. No, no es ningún juego. Será un bebito igualito a ti. Te tengo dentro de mí. Imagínate. Hay una cosa chiquitita así dentro de mí que va a ser una personita igual a ti. Piensa, vamos a ser padres. Convéncete. No necesito ir a un médico para que me lo diga. Me conozco muy bien. Mis senos están más grandes. Siento un poco de mareos. A veces me falta el aire. Y sobre todo que mi regla es regularísima. Ya han pasado seis días. Es demasiado coincidencia para mí. ¿Por qué no me abrazas? No pienses en lo negativo. No necesitas casarte conmigo. No te hagas problemas. Quien lo va a tener soy yo, no tú. (...)

            No puedes con tu genio. Ni bien te dije que podíamos hacerlo sin preservativo me has traído a este hotel de mala muerte. Hoy quieres olvidarte de todo. Te tengo. Aunque no te lo diga, te tengo. Sé que tú vas a ser un padre responsable y que vas asumir todas tus obligaciones. Estoy gozando de lo lindo. Nunca me has hecho el amor con tanta intensidad. Por fin estás en mis manos. Que conste que no lo hice a propósito. No te atrapé. Fue el destino. Haz lo que quieras conmigo. Te permito todo esta noche, sé que nos pertenecemos uno al otro, y si vas a ser el padre de mi hijo puedes hacerme lo que desees, ya no me importa nada. Me entrego a ti. (...)

            No fumes. Eso le puede hacer daño a nuestro bebé. Qué bueno que eres. Me hiciste caso. Apagaste el cigarrillo sin objetarme nada. Yo te conozco muy bien. Eres bueno.(...)

            No, no seas idiota. No es ningún aborto, bruto. No me has herido, ni nada. Cálmate. Déjame hablar. Ha sido mi período, mi regla, mi menstruación. ¿Por qué te estás empezando a reír, idiota? Es para estar triste, es para llorar. Déjame, no me toques. No soy ninguna loca. Claro, tú te liberas. Déjame sentirme a mí misma, idiota. Ya no voy a ser madre, y yo que me la creí. No te sigas riendo, no es para reír. Por lo menos déjame que me ría cuando yo lo sienta. Idiota, y yo que me creí que te iba a dar un hijo. Qué tristeza, y ¿tú?. Ya no sabes ni qué cantar. Saltas como un tarado encima de la cama. Tranquilízate, vas a romper la cama. Oye, no es para tanto. Pero, qué estúpido. Por lo menos dame un beso, no me dejes aquí desamparada? Échate, déjame que te dé un abrazo, fuerte, lo necesito. Permíteme que te abrace con todo mi corazón. Estoy sintiendo que te estoy perdiendo, que te vas a apartar de mí. Abrázame, imbécil. No te burles. Necesito sentirte. Sí, yo sé que tengo que alegrarme también. Sí, yo lo sé. No va a haber ningún escándalo en mi familia. Sí, sé que en el futuro podríamos pensar en algo más serio. Mas quieres que te diga la verdad, ya te perdí. No, no soy trágica. Permíteme que te abrace. No, no me digas nada más.


Diego Martínez Lora, (Lima, 1958). este cuento forma parte del libro inédito Si acaso te ofendí...


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