TIPOLOGÍA DE LAS FUENTES BIBLIOGRÁFICAS (5a).

Bibliografías generales

 Bibliografías generales

 Bibliografías generales en curso

 Repertorios con función de bibliografías generales

 

 Bibliografías generales.Conocidas originariamente como "universales", señalan los libros que tratan todas las materias, en diversas lenguas e impresos en diversos países.Conrad Gessner publica su Bibliotheca Universalis (1545), donde recoge todos los libros impresos en Europa en latín griego y hebreo. Tiene más de 12.000 referencias de unos 3.000 autores, clasificados por nombres. Es la primera bibliografía general, seguida en 1548 de una tabla sistemática con los libros distribuidos en veintiuna secciones, y de otro apéndice en 1555. Gessner, impresionado por el saqueo de la biblioteca del rey de Hungría a manos de los turcos, quiso hacer un compendio de lo que los hombres habían llegado a conocer para que quedara como referencia en el caso desaparición de los libros. Gessner intentó acceder personalmente a los libros para describirlos, resumirlos y analizarlos, para lo que desplegó una incansable actividad, pero no pudo llevar hasta el fin tan ambicioso proyecto. La imprenta alemana ya había producido un considerable número de libros y estaban muy dispersos; las difíciles comunicaciones de la época hicieron el resto. Según el estilo de la época, Gessner incluye en su obra biografías de los autores.A pesar de todo, la Bibliotheca Universalis tuvo una considerable influencia en la organización de las bibliotecas de la época y fue reeditada numerosas veces de forma aumentada o abreviada. Antes que Gessner las bibliografías no eran más que listas complementarias de los estudios e investigaciones de los autores: él fue el primero en concebir la bibliografía como un fin en sí misma, por lo que se le considera el padre de la bibliografía moderna.En el siglo XVII, Adrien Baillet publica la obra Jugemens des sçavants..., hecho con la intención de informar al futuro lector o investigador sobre los libros que hay que leer o abandonar. Trata de libros de gramática en varias lenguas y de obras de arte poética. Se publicaron nueve tomos, pero quedó inacabado. Bassé, Cless y Draud publican en Alemania cinco grandes repertorios que son refundición de los Messkataloge de Francfort. Pero tal vez el hecho más destacado de este siglo fue la aparición de la primera bibliografía general corriente en Le Journal des Sçavants, publicación que se crea con la intención de informar de "lo que pasa en la república de las letras". Esta publicación periódica incluye en su primera parte una relación semanal de los libros que se publican en Europa, añadiendo de qué tratan y a quién le pueden ser útiles. Pronto encontrará seguidores en Londres -Philosophical transactions- y el Leipzig -Acta eruditorum.Ya en el siglo XVIII, Jean-Pierre Niceron publica sus Memoires pour servir à l´'histoire des hommes illustres de la République des lettres...Los autores, desde el siglo XVI están clasificados alfabéticamente al principio de cada volumen, después estudiados cronológicamente y por último, según la ciencia de la que se hayan ocupado y en el volumen XLI se encuentra una tabla general de toda la obra. Teófilo Georgi, librero alemán, elabora su Allgemeines...dentro de la corriente de la bibliografía pura, establecido, al igual que la obra de Bassé, Cless y Draud, sobre los catálogos de las ferias alemanas.Hacia la mitad del siglo la bibliografía general experimenta un giro sustancial: a la búsqueda de los mejores textos leídos y analizados por los eruditos o a la de todos los textos editados le sigue la investigación de los libros raros y preciosos. Las obras más importantes se hacen en Francia (Bibliographie instructive de De Bure le Jeune, Dictionaire typographique, de Osmont, Dictionaire bibliographique, de Cailleau, etc) y en Alemania (Biblitoheca librorum rariorum de Struve, Catalogus historicus de Vogt, Bibliotheca librorum rariorum universalis de Bauer). Sin embargo, la cumbre de las bibliografías de libros raros y preciosos aún tardaría un siglo en alcanzarse.

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 Bibliografías generales en cursoLa bibliografía internacional en curso iniciada por Le Journal des sçavants es imitada en el siglo XVIII por la Bibliothèque annuelle et universelle, aunque esta no dura más tres años, y por los Annales typographiques, publicación primero semanal y luego mensual, continuada por los Catalogues hebdomadaires que da cuenta de los libros aparecidos en Europa. Como consecuencia de la competencia, Le Journal des Sçavants cambia su formato y su periodicidad, convirtiéndose en mensual.Charles Brunet publica en 1810 su obra Manuel du libraire et de l'amateur de livres, en la que trabajó cincuenta años perfeccionándola constantemente. Son seis volúmenes, de los cuales, los cinco primeros forman un diccionario alfabético por autores y títulos anónimos, y un sexto que es una tabla sistemática y una reseña sobre publicaciones periódicas. En Alemania, Graesse, bibliotecario de los reyes de Sajonia publica su Tesoro de libros raros y preciosos, en ocho volúmenes, con clasificación alfabética de autores y títulos anónimos, más completa para los libros alemanes y orientales que el de Brunet, cuyo modelo sigue. Ambas obras son fuentes bibliográficas de primer orden, a cuya elaboración sus autores dedicaron toda su vida, y que van unidas a la historia de la cultura. Después de ellos, la bibliografía general tomará nuevos derroteros obligada por la creciente producción libraria. Graesse también publicó La imprenta fuera de Europa y Orbis latinus.En cuanto a las bibliografías generales en curso es obligado citar el Polybiblion, Revue bibliographique universelle, que apareció a lo largo de setenta años ofreciendo mensualmente dos selecciones de obras, una analítica y la otra descriptiva.La selección de libros en el ámbito internacional emprendida en nuestra época difiere considerablemente de todo lo hecho con anterioridad, tanto por el espíritu como por los métodos empleados. En los países anglosajones el interés se centra en los Best books o World's best books, constituidas casi exclusivamente por libros en inglés; en otros paises el interés es educativo o moral, y la selección se realiza desde este punto de vista (Bibliothèque de l'honnete homme, La Bibliothèque idèale, etc,). Merece la pena citar la Enciclopedia de orientación bibliográfica de Zamarriego Barcelona 1964-65), en cuatro volúmenes y orientada a las ciencias humanas y religiosas.En los últimos años del siglo XIX, aún parecía posible realizar el fichero mundial de todos libros aparecidos desde el siglo XV. Bajo el impulso de Paul Otlet y Henri Lafontaine, abogados belgas, se funda en Bruselas el Instituto Internacional de Bibliografía, con subvención del gobierno. Esta institución era el organismo central de una larga serie de establecimientos y asociaciones y tenía como finalidad ser la sede de la redacción de un repertorio bibliográfico en fichas que reuniera todos los libros conocidos en todas las lenguas y sobre todas las materias. Sin embargo, las doctrinas bibliográficas eran diferentes en cada país, las reglas de catalogación no estaban unificadas y las técnicas variaban de un país a otro. Finalmente, la empresa fracasó, a pesar de haber llegado a reunir más de diez millones de fichas.

La idea de un fichero universal no ha sido abandonada en nuestros días, aunque para lograrlo se buscan métodos más racionales y se proponen metas menos ambiciosas. La propuesta actual consiste en refundir los catálogos, si no de todas las bibliotecas del mundo, al menos sí de las más importantes, ya que se supone que al menos un ejemplar de los libros que han soportado el paso del tiempo se encuentra en alguna de estas bibliotecas, que lo habrá recibido en virtud de leyes, donaciones, intercambios, etc. La fusión en uno solo de estos catálogos permitirá disponer de un número de referencias muy superior al obtenido mediante un proceso ordinario de investigación y presentaría mayores garantías científicas.En 1947 la UNESCO estudió las condiciones en las que se podría constituir un catálogo colectivo europeo, primera etapa hacia los catálogos colectivos continentales, cuyo conjunto formaría un catálogo colectivo mundial. Según Besterman, la fusión de los catálogos colectivos existentes en la actualidad en Europa y USA proporcionarían más de veinte millones de fichas.Ciertos bibliógrafos preconizan la constitución de bibliografías generales internacionales por siglos y luego por yuxtaposición. El trabajo está ya muy avanzado en lo que concierne al siglo XV; aparecen muchas dificultades para los siglos XVII y XVII, pero es mucho más sencillo para los siglos XVIII en adelante gracias a la aparición de las bibliografías generales nacionales, idea que ya surgió en Francia en el siglo XVIII.

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 Repertorios con función de bibliografías generales.En la situación actual de las fuentes bibliográficas, los catálogos impresos de las bibliotecas nacionales de cada país funcionan prácticamente como bibliografías generales internacionales. Cada biblioteca nacional es depositaria de los impresos publicados en el territorio de su país. Si las leyes son observadas correctamente, cada catálogo se identifica con la bibliografía nacional y el conjunto de catálogos con la bibliografía internacional. De hecho, gracias a los catálogos impresos de las bibliotecas nacionales, que reúnen más reseñas de libros que los que puede reunir cualquier bibliografía parcial, se puede identificar un libro, sea cual sea su lengua o su fecha. Además, la redacción de los catálogos, realizados de primera mano por personal instruido y ejercitado, reúne las condiciones indispensables para la seguridad científica.

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Rosario López de Prado

Museo Arqueológico Nacional (BIBLIOTECA)

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