POR QUÉ DEBE
EVITARSE LA SOYA
Sally Fallon y Mary G. Enig, Ph.
D.
Tomado de Optimal
Wellness Center
Sally Fallon es la autora de Nourishing
Traditions: The Cookbook That Challenges Politically Correct Nutrition
and the Diet Dictocrats (1999, 2da. edición, New Trends Publishing,
y presidente de Weston A. Price Foundation, de Washington, D. C. (www.WestonPrice.org). |
Mary G. Enig, Ph. D., una nutricionista
ampliamente conocida por sus investigaciones sobre los aspectos nutricionales
de las grases y los aceites, es consultora, doctora, y directora de la
División de Ciencias Nutricionales de Enig Associates, Inc., de
Silver Spring, Maryland.
Recibió su grado de Doctora en Filosofía en Ciencias Nutricionales
en la Universidad de Maryland, College Park, en 1984, dictó un curso
de postgrado sobre la interacción entre nutrientes y drogas para
el Programa de Postgrado en Ciencias Nutricionales, y fue Asociada de Investigación
en la Facultad desde 1984 hasta 1991 con el Grupo de Investigación
de Lípidos en el Departamento de Química y Bioquímica.
La Dra. Enig es Fellow del American College of Nutrition, y miembro
del American Institute of Nutrition. Sus muchos años de experiencia
como "nutricionista de laboratorio" en el análisis de grasas y aceites
en alimentos, proporciona fundamento para los papeles activos en los puntos
en disputa sobre la etiquetación y la composición de alimentos
a niveles federal y estatal.
La Dra. Enig es editora consultiva para el Journal of the American
College of Nutrition, y anteriormente sirvió como editora colaboradora
para "Nutrición Clínica". Ha publicado 14 trabajos científicos
sobre el tema de las grasas y los aceites en los alimentos, varios capítulos
sobre nutrición para varios libros, y presentado más de 35
trabajos científicos sobre temas de alimentos y nutrición.
Es presidenta de la Maryland Nutritionists Association, anterior presidenta
de la Coalition of Nutritionists of Maryland, en 1986 fue nombrada por
el gobernador para Maryland State Advisory Council of Nutrition, y fungió
como Presidenta del Subcomité de Salud hasta que el Consejo fue
disuelto en 1988.
Comentario del Dr. Mercola:
Sally Fallon y la Dra. Enig deben ser muy felicitadas por esta muy necesaria
actualización sobre la soya. Juntas, han compilado el documento
más definitivo hasta la fecha sobre por qué debe evitarse
la soya. Este es un trabajo de la MAYOR IMPORTANCIA, y espero promocionarlo
para la atención de los medios de comunicación nacionales
que merece. |
I
El lado oscuro de la Cenicienta
La propaganda que ha
creado el milagro de las ventas de soya es tanto más notable
cuanto que, hace sólo algunas décadas,
el frijol soya era considerado no apto como alimento, ni siquiera en
Asia.
Durante la dinastía Chou (1134-246 AC), al frijol soya era
designado
uno de los cinco granos sagrados, junto con la cebada, el trigo, el
mijo,
y el arroz.
Sin embargo, la pictografía del frijol soya, que
data de épocas anteriores, indica que al principio no se usaba como
alimento; porque, mientras las pictografías de los otros cuatro
granos muestran la semilla y la estructura del tallo de la planta, la pictografía
del frijol soya enfatiza la estructura de la raíz. La literatura
sobre agricultura de la época habla frecuentemente del frijol soya
y su uso en la rotación de las cosechas. Aparentemente, la planta
de soya se usaba al principio como método para fijar el nitrógeno.
13
El frijol soya no sirvió como alimento sino hasta
el descubrimiento de las técnicas de fermentación, en algún
momento durante la dinastía Chou. Los primeros alimentos de soya
eran productos fermentados, como el tempeh [alimento asiático que
se prepara fermentando frijoles soya con rizópodos], natto, miso,
y salsa de soya.
En fecha posterior,
posiblemente en el siglo II a. C.,
los científicos chinos descubrieron que un puré de de
frijoles soya cocidos podía ser precipitado con sulfato de
calcio o sulfato
de magnesio (yeso o sales de Epsom) para hacer una cuajada suave y
pálida
- tofú o cuajada de frijol. El uso dee productos de soya
fermentados
y precipitados pronto se extendió a otras partes del Oriente,
notablemente
Japón e Indonesia.
Los chinos no comían frijol soya fermentado como
las otras legumbres, como lentejas, porque el frijol soya contiene grandes
cantidades de toxinas naturales, o "antinutrientes". Primera entre ellas
están los potentes inhibidores de enzimas que bloquean la acción
de la tripsina y otras enzimas que se necesitan para digerir las proteínas.
Estos inhibidores son proteínas grandes, dobladas
apretadamente, que no son desactivadas por completo durante el cocimiento
normal. Pueden producir serias molestias gástricas, una reducida
digestión de las proteínas, y deficiencias crónicas
en la absorción de los aminoácidos. En animales de laboratorio,
las dietas altas en inhibidores de la tripsina causan agrandamiento y condiciones
patológicas del páncreas, incluyendo cáncer. 14
El frijol soya también contiene hemaglutinina,
una sustancia que promueve la fomación de coágulos y hace
que las células rojas de la sangre formen grumos.
Los inhibidores de la tripsina y la hemaglutinina son
inhibidores del crecimiento. Las ratas en destete alimentadas con soya
que contiene estos antinutrientes dejan de crecer normalmente. Los compuestos
que debilitan el crecimiento son desactivados durante el proceso de fermentación,
así que, una vez que los chinos descubrieron cómo fermentar
el frijol soya, comenzaron a incorporar en su dieta alimentos a base de soya.
En productos precipitados, los inhibidores de enzimas
se concentran en el líquido que remoja más bien que en la
cuajada. Por eso, en el tofú y la cuajada de frijol, los debilitadores
del crecimiento se reducen en cantidad, pero no son eliminados por completo.
La soya también contiene
bociógenos - sustancias que debilitan la función de la tiroides.
Además, el 99 por ciento de un gran porcentaje
de soya es modificada genéticamente, y tiene uno de los más
altos por cientos de contaminación por pesticidas en cualquiera
de nuestros alimentos.
El frijol soya tiene un alto contenido de ácido
fítico, que está presente en el salvado o la cáscara
de todas las semillas. Es una sustancia que puede bloquear la asimilación
de minerales esenciales - calcio, magnesio, cobre, hierro, y especialmente
zinc - en el tracto intestinal.
Aunque no es un nombre común, el ácido fítico
ha sido estudiado extensamente; en la literatura científica contemporánea
hay literalmente cientos de artículos sobre los efectos del ácido
fítico. En general, los científicos concuerdan en que las
dietas basadas en granos y legumbres altas en contenido de fitatos contribuyen
a deficiencias minerales muy difundidas en países del tercer mundo.
15
Los análisis muestran que el calcio, el magnesio,
el hierro, y el zinc están presentes en las plantas que se comen
como alimento en estas áreas, pero el alto contenido de fitatos
en las dietas a base de soya y granos evita que estos minerales sean absorbidos.
El frijol soya tiene uno de los niveles más altos
de fitatos de cualquier grano o legumbre que se haya estudiado, 16, y los
fitatos de la soya son muy resistentes a las técnicas normales para
reducirlos, como el cocimiento lento y prolongado. 17 Sólo un largo
período de fermentación reducirá significativamente
el contenido de fitatos del frijol soya.
Cuando productos precipitados de soya, como el tofú,
son consumidos con carne, se reducen los efectos del bloqueamiento mineral
de los fitatos. 18 Los japoneses comen tradicionalmente una pequeña
cantidad de tofú o miso como parte de un caldo de pescado rico en
minerales, seguido por un plato de carne o pescado.
Los vegetarianos que consumen tofú y cuajada de
frijol como sustituto de la carne y productos lácteos corren el
riesgo de sufrir severas deficiencias minerales. Los resultados de la deficiencia
de calcio, magnesio, y hierro son bien conocidos; los de la deficiencia
de zinc no tanto.
Al zinc se le llama el mineral de la inteligencia porque
se necesita para el óptimo desarrollo y funcionamiento del cerebro
y el sistema nervioso. Juega un papel importante en la síntesis
de la proteína y la formación de colágeno; participa
en el mecanismo de control del azúcar en la sangre, protegiendo
así contra la diabetes; es necesario para un sistema reproductivo
saludable.
El zinc es un componente clave de numerosas enzimas vitales,
y juega un papel en el sistema inmunológico. Los fitatos que se
encuentran en los productos de soya interfieren con la absorción
de zinc más completamente que con la de otros minerales. 19 La deficiencia
de zinc puede causar una sensación de estar en el "espacio", que
algunos vegetarianos confunden con una "alta" iluminación espiritual.
El beber leche se menciona como la razón de por
qué los japoneses de segunda generación en los Estados Unidos
crecen más que sus antepasados nativos. Algunos investigadores proponen
que el menor contenido de fitatos en la dieta estadounidense - cualesquiera
que sean sus otras deficiencias - es la verdadera explicación, pues
señalan que los niños tanto asiáticos como occidentales
que no reciben suficientes productos de carne y pescado para contrarrestar
los efectos de una dieta alta en fitatos, con frecuencia sufren de raquitismo,
atrofias, y otros problemas de crecimiento. 20
El aislado de proteína
de soya: No tan amigable
Los procesadores de soya han trabajado duro para sacar
estos antinutrientes de los productos terminados, en particular el aislado
de proteína de soya (SPI) [por sus siglas en inglés], que
es el ingrediente clave en la mayoría de alimentos de soya que imitan
productos de carne y lácteos, incluyendo fórmulas para bebés
y algunas marcas de leche de soya.
El SPI no es algo que usted puede fabricar en su propia
cocina. La producción tiene lugar en fábricas industriales,
donde una mezcla acuosa de frijol soya se mezcla primero con una solución
alcalina para quitar la fibra, luego es precipitada y separada usando un
lavado ácido, y finalmente, es neutralizada en una solución
alcalina.
El lavado ácido en tanques de aluminio lixivia
gran cantidad de aluminio al producto final. Las cuajadas resultantes son
secadas por aspersión a alta temperatura para producir un polvo
de alto contenido proteínico. Una humillación final contra
el frijol soya original es el procesamiento por extrusión del aislado
de proteína a alta temperatura y alta presión para producir
proteína vegetal texturizada (TVP) [por sus siglas en inglés].
Gran parte del
contenido de inhibidor de tripsina puede
ser eliminado mediante el procesamiento a alta temperatura, pero no
todo.
El contenido de inhibidor de tripsina del aislado de proteína de
soya puede variar hasta cinco veces. 21 (En ratas, aún la
ailemtación
con inhibidor de tripsina de bajo nivel en el SPI resulta en un
reducido
aumento de peso en comparación con los controles. 22).
Pero el procesamiento a alta temperatura tiene el desafortunado
efecto secundario de desnaturalizar las otras proteínas en la soya
hasta el punto de que las dejan virtualmente ineficaces. 23 Por esta razón,
los animales alimentados con soya necesitan suplementos de lisina para
el crecimiento normal.
Los nitritos, que son
potentes carcinógenos, se
forman durante el secado por aspersión, y una toxina llamada
lisinoalanina
se forma durante el procesamiento alcalino. 24 Numerosos sabores
artificiales,
en particular el MSG, se añaden al aislado de proteína de
soya y a los productos de proteína vegetal texturizada, para
disfrazar
su fuerte sabor a frijol e impartir el sabor a carne. 25
En experimentos
alimentarios, el uso de SPI aumentó
las demandas de vitaminas E, K, D, y B12, y creó síntomas
de deficiencia de calcio, magnesio, manganeso, molibdeno, cobre,
hierro,
y zinc. 26 El ácido fítico que queda en estos productos
de soya inhibe grandemente la absorción de zinc y hierro; los
animales
de laboratorio alimentados con SPI les aparecen órganos
agrandados,
en particular el páncreas y la glándula tiroides, y
ocurre
una mayor deposición de ácidos grasos en el
hígado.
27
Sin embargo, el aislado de proteína de soya y la
proteína vegetal texturizada se usan extensamente en programas de
almuerzos escolares, alimentos horneados comerciales, bebidas de dieta,
y alimentos de comida rápida. Estos alimentos son promovidos fuertemente
en países del tercer mundo y forman la base de muchos programas
de alimentos donados.
A pesar de los resultados deficientes en pruebas de alimentación
animal, la industria de la soya ha patrocinado cierto número de
estudios diseñados para mostrar que los productos de proteína
de soya pueden usarse en dietas humanas como reemplazo para alimentos tradicionales.
Un ejemplo es "La calidad nutricional de los aislados
de proteína del frijol soja: Estudios en niños de edad pre-escolar"
[Nutritional Quality of Soy Bean Protein Isolates: Studies in Children
of Preschool Age] patrocinado por Ralston Purina Company. 28 Un grupo
de niños centroamericanos que sufrían de desnutrición
fue estabilizado primero y su salud mejorada dándoles alimentos
nativos, incluyendo carne y productos lácteos. Luego, durante dos
semanas, estos alimentos tradicionales fueron reemplazados con una bebida
hecha de aislado de proteína de soya y azúcar.
Todo el nitrógeno ingerido y todo el nitrógeno
excretado fue medido con estilo verdaderamente orwelliano: los niños
eran pesados desnudos cada mañana, y todo el excremento y el vómito
era recogido para ser analizado. Los investigadores descubrieron que los
niños retenían el nitrógeno y que su crecimiento era
"adecuado", así que el experimento fue declarado un éxito.
Que los niños estuviesen o no realmente saludables
con esa dieta o si podrían permanecer así durante un
largo período, es cosa aparte. Los investigadores observaron que
los niños vomitaban "a veces", por lo general después de
terminar de comer; que más de la mitad sufrían de períodos
de diarrea moderada; que algunos tenían infecciones de las vías
respiratorias superiores; y que otros sufrían de sarpullido y fiebre.
Debe observarse que los investigadores no se atrevieron
a usar productos de soya para ayudar a los niños a recuperarse de
la desnutrición, y que fueron obligados a suplementar la mezcla
de soya y azúcar con nutrientes en su mayoría ausentes de
los productos de soya - notablemente, vitaminas A, D, y B12, hierro, yodo,
y zinc.
Comercializando el producto perfecto
"Imagínese que usted pudiese cultivar el alimento
perfecto. Este alimento no sólo proporcionaría nutrición
costeable, sino que debería ser delicioso y fácil de preparar
de varias maneras. Sería un alimento saludable, sin grasas saturadas.
En realidad, usted estaría cultivando casi una fuente de la juventud
en su patio trasero."
El autor es Dean Houghton, escribiendo para The Furrow
28, una revista que John Deere publica en 12 idiomas. "Este alimento ideal
ayudaría a evitar, y quizás revertir, algunas de las enfermedades
más temidas en el mundo. Usted podría cultivar este alimento
milagroso en varios tipos de suelos y climas. Su cultivo reforzaría,
no agotaría, la tierra ... este alimento milagroso ya existe. Se
llama soya".
Imagínese. Los agricultores han estado imaginando
- y plantando - más soya. Lo que una vez fue un producto agrícola
de menor importancia, listado en el manual del Departamento de Agricultura
de los Estados Unidos (USDA) para el año 1913, no como alimento,
sino como producto industrial, cubre ahora 72 millones de acres de tierras
labrantías estadounidenses. Gran parte de esta cosecha se usará
para alimentar pollos, pavos, cerdos, vacas, y salmones. Otra gran porción
será prensada para producir aceite para margarina, grasa para repostería,
y aderezos para ensaladas.
Los progresos en tecnología hacen posible producir
proteína aislada de soya de lo que una vez se consideró producto
de desecho - lascas de soya sin grasa, de alto contenido proteínico
- y luego transformar algo que se ve y hueleeee horrible en productos que
pueden ser consumidos por seres humanos. Sabores, preservativos, edulcorantes,
emulsificantes, y nutrientes sintéticos han convertido el aislado
de proteína de soya, el patito feo de los procesadores de alimentos,
en la cenicienta de la Nueva Era.
El nuevo alimento de cuento de hadas ha sido comercializado
tanto por su belleza como por sus virtudes. Desde el principio, los productos
basados en aislados de proteína de soya se vendieron como extensores
y substitutos de la carne - una estrategia que no produjo la requerida
demanda de los consumidores. La industria cambió su técnica.
"La manera más rápida de obtener aceptabilidad
de un producto en la sociedad menos acaudalada", dijo un vocero de la industria,
"es hacer que el producto sea consumido por su propios méritos en
una sociedad más acaudalada". 3 Así que la soya se vende
ahora a consumidores más pudientes, no como alimento barato, de
pobres, sino como substancia milagrosa que evita enfermedades del corazón,
así como el cáncer, ahuyenta los acaloramientos, produce
huesos fuertes, y nos mantiene jóvenes por siempre.
La competencia - la carne, la leche, el queso, la mantequilla,
y los huevos - ha sido debidamente demolida por las correspondientes instituciones
gubernamentales. La soya sirve como la carne y la leche para una nueva
generación de virtuosos vegetarianos.
La comercialización cuesta
dinero
Esto es especialmente cierto cuando necesita ser reforzada
con la "investigación", pero hay abundancia de fondos disponibles.
Todos los productores de frijol soya pagan un gravamen obligatorio de entre
un medio a uno por ciento del precio del frijol soya en el mercado. El
total - algo así como $80 millones anuales 4 - sostiene el programa
de United Soybean para "reforzar la posición del frijol soya en
el mercado y mantener y expandir los mercados domésticos y extranjeros
para el frijol soya y productos de soya".
Los consejos estatales del frijol soya de Maryland, Nebraska,
Delaware, Arkansas, Virginia, North Dakota, y Michigan proporcionan otros
$2.5 millones para "investigación". 5 Compañías privadas
como Archer Daniels Midland también contribuyen con su parte. ADM
gastó $4.7 millones en anuncios en Meet the Press, y $4.3 millones
en Face the Nation en el curso de un año. 6
Las firmas de relaciones públicas ayudan a convertir
proyectos de investigación en artículos de periódico
y anuncios, y firmas de abogados hacen campaña a favor de leyes
gubernamentales favorables. Dinero del Fondo Monetario Internacional financia
plantas de procesamiento de soya en países extranjeros, y políticas
de libre comercio mantienen la abundancia de frijol soya fluyendo hacia
destinos en ultramar.
La campaña a favor de la soya ha sido implacable
y mundial en su alcance. La proteína de soya se encuentra ahora
en la mayoría de las marcas de pan que se venden en supermercados.
Se está usando para transformar "la humilde tortilla, el alimento
básico mexicano basado en el maíz, en una 'super tortilla'
fortificada con proteína, que reforzaría la nutrición
de los casi 20 millones de mexicanos que viven en extrema pobreza". 7 La
publicidad a favor de un nuevo pan fabricado por Allied Bakeries, de Gran
Bretaña, está dirigida a las mujeres menopáusicas
que buscan alivio de los accesos de calor. Las ventas alcanzan al cuarto
de millón de hogazas por semana. 8
La industria de la soya contrató los servicios
de Norman Roberts Associates, una firma de relaciones públicas,
para "poner más productos de soya en los menús escolares".
9 La USDA respondió con una propuesta para desechar el límite
de 30 por ciento de soya en los almuerzos escolares. El programa NuMenu
permitiría el uso ilimitado de soya en estos almuerzos. Con la adición
de soya a las hamburguesas, los tacos, y la lasagna, los dietistas pueden
rebajar el contenido total de grasa por debajo del 30 por ciento de las
calorías, cumpliendo así los dictados del gobierno. "Con
los artículos alimenticios reforzados con soya, los estudiantes
reciben más nutrientes y menos colesterol y grasa".
La leche de soya ha declarado las mayores ganancias, que
subieron de $2 millones en 1980 a $300 millones en los Estados Unidos el
año pasado. 10 Los progresos recientes en el procesamiento de la
leche de soya han transformado esta bebida asiática de color gris,
delgada, amarga, que sabe a frijol, en un producto que los consumidores
occidentales aceptan, una bebida que sabe a batido de leche, pero que no
lleva ninguna culpa aparejada.
Los milagros en el
procesamiento, buen empaque, publicidad
en masa, y una estrategia de mercadeo que subraya los posibles
beneficios
de estos productos para la salud son los responsables del aumento de
las
ventas a los grupos de todas las edades. Por ejemplo, los informes de
que
la soya ayuda a evitar el cáncer de próstata han hecho la
soya aceptable a hombres de mediana edad. "No es necesario torcer el
brazo
de un hombre de entre 55 y 60 años de edad para que pruebe la
leche
de soya", dice Mark Messina. Michael Milken, antiguo financista de
bonos
descartados, ha ayudado a la industria a deshacerse de su imagen de
"hippie"
con esfuerzos bien publicitados para consumir 40 gramos diarios de
proteína
de soya.
Norteamérica hoy, mañana el mundo. Las ventas
de leche de soya están aumentando en Canadá, aunque la leche
de soya cuesta allí el doble que la leche de vaca. Están
brotando plantas procesadoras de leche de soya en lugares como Kenya. 11
Hasta China, donde la soya es realmente un alimento de pobres y cuya población
quiere más carne, no tofú, ha optado por construir fábricas
de soya al estilo occidental, antes que desarrollar pastizales occidentales
para criar animales. 12
La afirmación de la FDA
puesta en tela de duda
El 25 de octubre de 1999, la US Food and Drug Administration
[Administración de Alimentos y Drogas, FDA por sus siglas en inglés]
decidió admitir una declaración a favor de productos "bajos
en grasa saturada y colesterol" que contienen 6.25 gramos de proteína
de soya por porción. Cereales para el desayuno, alimentos horneados,
comidas rápidas, smoothies [bebidas cremosas hechas de fruta
y mezcladas con jugo, leche, o yogurt] y substitutos de carne pueden venderse
ahora con etiquetas que pregonan sus beneficios para la salud del sistema
cardiovascular, con tal de que estos productos contengan una cucharada
colmada de proteína de soya por cada porción de 100 gramos.
La mejor estrategia de mercadeo para un producto que es
de por sí malo para la salud es, por supuesto, una afirmación
de que es bueno para la salud.
"El camino a la aprobación de la FDA", escribe
un apólogo de la soya, "fue largo y exigente, y consistió
de una detallada revisión de datos clínicos humanos recogidos
de más de 40 estudios científicos llevados a cabo en los
últimos 20 años. Se averiguó que la proteína
de soya es uno de los raros alimentos con suficiente evidencia científica,
no sólo para calificar para una propuesta de declaración
de salud por parte de la FDA, sino también para en definitiva pasar
el riguroso proceso de aprobación". 29
El "largo y exigente"
camino hacia la aprobación
de la FDA en realidad tomó algunos giros inesperados. La
inesperada
solicitud, presentada por Protein Technology International [PTI],
hacía
una declaración de salud a favor de las isoflavonas, los
compuestos
semejantes a estrógeno que se encuentran en abundancia en el
frijol soya, basándose en afirmaciones de que "sólo la
proteína
de soya que ha sido procesada de modo que las isoflavonas sean
retenidas
resultará en una reducción del colesterol".
En 1998, la FDA tomó la decisión sin precedentes
de reescribir la solicitud de PTI, eliminando cualquier referencia a los
fitoestrógenos y poniendo en su lugar una declaración a favor
de la proteína de soya, una decisión que contradecía
directamente el reglamento de la agencia. La FDA está autorizada
para establecer reglas sólo en relación con substancias presentadas
por medio de una solicitud.
El cambio abrupto de dirección se debía
sin duda al hecho de que cierto número de investigadores, incluyendo
científicos empleados por el gobierno de los Estados Unidos, habían
presentado documentos que indicaban que las isoflavonas son tóxicas.
Al principio de 1998, la FDA también recibió
el informe final del gobierno británico sobre los fitoestrógenos.
El informe no encontraba mucha evidencia de beneficio, y advertía
de efectos adversos potenciales. 30
Aún con el cambio a aislados de proteína
de soya, los burócratas de la FDA embarcados en el "riguroso proceso
de aprobación" se vieron obligados a ocuparse rápidamente
de los efectos del bloqueo de minerales, inhibidores enzimáticos,
bociogenicidad, alteraciones del sistema endocrino, problemas del sistema
reproductor, y mayores reacciones alérgicas al consumo de productos
de soya. 31
Una de las más enérgicas cartas de protesta
llegó de los Drs. Dan Sheehan y Daniel Doerge, investigadores del
gobierno en el Centro nacional para la investigación toxicológica.
32 Sus ruegos a favor de etiquetas de advertencia en los envases fueron
desestimadas por considerárselas injustificadas.
"La suficiente evidencia científica" de las propiedades
de la soya para reducir el colesterol fue tomada mayormente de un meta-análisis
en 1995 llevado a cabo por el Dr. James Anderson, patrocinado por Protein
Technologies International y publicado en el New England Journal of Medicine.
33
Un meta-análisis es una revisión y un resumen
de los resultados de muchos estudios clínicos sobre el mismo tema.
El uso de los meta-análisis para sacar conclusiones generales ha
sido criticado severamente por los miembros de la comunidad científica.
"Los investigadores que reemplazan pruebas más
rigurosas con meta-análisis corren el riesgo de hacer falsas suposiciones
y embarcarse en una contabilidad creativa", dice Sir John Scott, presidente
de la Royal Society of New Zealand. "Lo semejante no está siendo
puesto junto con lo semejante. Varios grupos están poniendo juntos
montones pequeños y grandes de datos". 34
Hay la tentación adicional de que los investigadores,
en particular los que son financiados por compañías como
PTI, dejen fuera estudios que evitarían las conclusiones deseadas.
El Dr. Anderson descartó ocho estudios por varias razones, dejando
un
resto de veintinueve.
El informe publicado indicaba que los individuos con niveles
de colesterol superiores a 250 mg/dl experimentarían una "significativa"
reducción de entre 7 y 20 por ciento en los niveles de colesterol
sérico si reemplazaban la proteína animal con proteína
de soya. La reducción de colesterol fue insignificante en los individuos
cuyo colesterol era inferior a 250 mg/dl.
En otras palabras, para la mayoría de nosotros,
si renunciamos a los bistés y en su lugar comemos hamburguesas vegetales
no reduciremos los niveles de colesterol en la sangre. La declaración
de salud que la FDA aprobó "después de una detallada revisión
de datos clínicos de seres humanos" no informa al consumidor estos
importantes detalles.
La investigación que enlaza la soya con los efectos
positivos sobre los niveles de colesterol es "increíblemente inmadura",
dijo Ronald M. Krauss, M. D., director del Molecular Medical Research Program
[Programa de investigación de medicina molecular], y del Lawrence
Berkeley National Laboratory [Laboratorio nacional Lawrence Berkeley].
35 Podría haber añadido que los estudios según los
cuales los niveles de colesterol fueron reducidos por medio de dietas o
drogas han resultado consistentemente en un número de muertes en
los grupos en tratamiento mayor que en los grupos de control - muertes
causadas por ataques, cáncer, desórdenes intestinales, accidentes,
y suicidios. 36
Las medidas para reducir el colesterol en los Estados
Unidos han estimulado una industria para la reducción del colesterol
por valor de $60 mil millones anuales, pero no nos han salvado de la destrucción
causada por las enfermedades del corazón.
FIN DE LA PARTE 1