Es el emblema de Estados Unidos desde 1782, pero ha sido igualmente perseguida ya que es un trofeo demasado bello par cualquier cazador.
Rivaliza en majestuosidad, en tamaño y en potencia de vuelo con el águila real, de la que se diferencia por el blanco capuchón que le ha dado nombre: águila marina de cabeza blanca (o "calva").
Parece realmente la "reina de las aves" cuando da vueltas en lo alto del cielo, desafía la tempestad, se precipita en picado como un meteorito y cuando reprende el vuelo con la presa agarrada por sus garras. Una reina-pirata, que ataca a todas las demás aves, tanto para comérselas como para quitarles la comida.
Anida en las rocas o en árboles altos. Tras treinta y cinco días de incubación ven la luz dos pequeños, que pronto rivalizarán por la comida. Las hembras son mayores y más fuertes que los machos. En los nidos son siempre las que se llevan los mejores bocados; y pobre del hermano si protesta. Después aprenden a volar juntos dando saltos cada vez más altos desde la plataforma de su nido.
En invierno, vuela a baja altura observando las grietas del hielo que recubre lagos y ríos. En cuanto ve un pez, se deja caer veloz para cazarlo.
A falta de comida fresca, se alimenta de carroña de grandes animales como corderos, cabras y caballos.
Como los alcones y otras a´guilas, también esta puede domesticarse. Sus amos aprovechan sus extraordinarias cualidades de cazadora.