El Arte de la Comunicación

 
Me lo había anunciado la amiga Natalia R -como prefiere que le llame- y después me lo confirmó "La Jiribilla" que, en formato digital, recibo periódicamente en mi buzón de correo: en La Habana, en el Teatro del Museo Nacional de Bellas Artes, Edificio de Arte Cubano, el día 11 de diciembre de 2007, se escucharon estas palabras:

"Al realizar su primer dibujo, el hombre comenzó un largo proceso que no ha terminado jamás. Con el dibujo el hombre trató de explicarse el mundo que lo rodeaba y con el dibujo se fue transformando en el ser superior que es hoy. Con el dibujo clamó oír la lluvia, con el dibujo pidió por una buena cosecha y una buena caza. El dibujo fue instrumento mágico para crear sus dioses y sus diablos. El dibujo también lo acompañó a la guerra y a la vida. Con el dibujo no solo se valió para desarrollar su pensamiento abstracto, sino que fue la línea del horizonte, los meridianos y los paralelos, el símbolo de la muerte y de la vida; del amor todo son dibujos.

"Yo lo que he hecho toda mi vida es dibujar la memoria histórica de mi pueblo, la memoria histórica de la Revolución. 

"La historia de la cultura es la historia del dibujo. Cuando el hombre quiso atrapar los sonidos de su lenguaje, los dibujó. Las letras son el lenguaje dibujado y los ruidos y la música también han sido dibujados para dejar constancia de ello.

"Hoy, con las nuevas técnicas de la comunicación, un dibujo —el símbolo de la arroba— es la clave misteriosa de esta puerta universal.

"El hombre lleva en sí el dibujo de su propio cuerpo como regalo de la naturaleza. Con él puede leer las líneas de su mano y lleva en su dedo pulgar el más bello e irrepetible dibujo personal: su propia huella.

"Solo pido tener fuerzas para seguir, vivir dibujando y, por supuesto, cuando ocurra lo inexorable, tener fuerzas también para morir dibujando. 

Muchas gracias."

Fueron pronunciadas estas palabras con emoción, con el convencimiento de haber dedicado su inteligencia, su genialidad y su vida a su pueblo por René de la Nuez Robayna, hijo ilustre de San Antonio de los Baños, la "villa del humor" que como es sabido fue fundada por los canarios a partir de un pequeño establecimiento (según Rousset fue en 1775 y según Garay entre los años 1775 y 1780) del "isleño" Joseph Cabrera y que de forma amena nos describe el libro "Nuestros abuelos canarios" editado por la Asociación Ciudadana por la Defensa del Patrimonio Histórico de Canarias (DEPACA).

Resulta verdaderamente sorprendente la cantidad de científicos, políticos, músicos, poetas, repentistas, escritores e intelectuales en general que han tenido la dicha de nacer en aquélla villa localizada a escasos 40 kilómetros de la capital cubana.

¿Y quién es este hijo ilustre de San Antonio de los Baños?

Al decir de Aracelys Bedevia, del periódico Juventud Rebelde: Nuez ha sido "el creador de emblemáticos personajes que hicieron Revolución; el dibujante que supo hacer humor al lado de la muerte durante la guerra en Vietnam, y ayudó con sus dibujos a casi toda la guerrilla latinoamericana" .... mientras que para Adelaida de Juan "hace medio siglo que ingresó en la historia de la caricatura política de nuestro país una nueva figura que personificó al pueblo cubano. Como antes habían hecho el Liborio de Torriente y el Bobo de Abela para sus respectivos momentos históricos, el nuevo tipo va a identificarse en el imaginario popular con la encarnación del pueblo cubano" 

Brevemente agrego yo: René, el amigo de la infancia a quien recuerdo en este momento haciendo una caricatura en el céntrico "Restaurante Martí", en San Antonio, en la que aparecía una "guagua" de la ruta 30 (La Sierra) a ojos vista de los esbirros de la época de la dictadura batistiana, no sólo creó "el loquito" y otros personajes de la prensa diaria cubana, como “Mogollón”, “Negativo Compañero”, “Blandengo”, "Napo-León" y “Barbudo” (símbolo del pueblo cubano que defiende las conquistas de su Revolución, y es el logotipo que utiliza la Bienal Internacional de Humorismo que se celebra en San Antonio de los Baños) sino que ha obtenido otros premios y reconocimientos de la sociedad cubana (Premio Nacional de Periodismo Juan Gualberto Gómez en 1960, y la medalla Raúl Gómez García en 1982). Por si ello fuera poco, este hijo ilustre de la villa del humor, destacado como humorista político y costumbrista y conocido internacionalmente por sus dibujos humorísticos (varias encuestas internacionales lo incluyen entre los cien mejores caricaturistas del mundo), incursionó además en la pintura. Sus obras humorísticas han sido expuestas en México, Austria, Checoslovaquia, Finlandia, Canadá, Unión Soviética, Polonia, Alemania, Bulgaria, España, Nicaragua y Francia. 

Algunos otros datos biográficos de Nuez: Nació el 8 de septiembre de 1937, en San Antonio de los Baños. Publicó sus primeras caricaturas a los 16 años en la revista Páginas del Círculo (del Círculo de Artesanos). También dibujó en el Vocero del Órgano Oficial de la Asociación Estudiantil Ariguanabense (AEA) así como en el Boletín Oficial de la Cámara de Comercio e Industriales (es aquí donde apareció, por vez primera, su personaje el “Loquito”, en viñetas). Más tarde (1956) colaboró con el semanario humorístico "Zig-Zag", donde nació "oficialmente" (en el mes de febrero de 1957) el personaje del “Loquito” y se inició Nuez en su vida de caricaturista profesional. Obtuvo por oposición una tira cómica en el diario Información (finales de ese mismo año 1957), cuyo personaje llamó “Napo-León”. Después del triunfo de la Revolución en Cuba (enero de 1959), comenzó a dibujar para el periódico Revolución, colaborando al mismo tiempo en casi toda la prensa revolucionaria de la época. Creó el personaje de “Don Cizaño” que representaba la prensa reaccionaria. La Televisión no le fue ajena: en el período 1959-1967 realizó a una caricatura política diaria en el NTV (Noticiero Nacional de Televisión). Fundó el semanario humorístico "El Pitirre" del periódico "La Tarde"(1961). En el año 1965 surgió el diario "Granma", órgano en el que trabajó muchos años como caricaturista editorial. Entre los años 1968 y 1970 se desempeñó como director del semanario humorístico "Pa’lante".