La Página de Orestes 


El Arte de la Comunicación

 
Las reacciones ante el golpe de Estado

Con la finalidad de justificar el inconstitucional y alevoso asalto al poder, Batista elaboró y difundió una proclama en la que anunciaba la suspensión de las funciones del Congreso de la República y asumía él la Jefatura del Estado, declarando cesadas en sus cargos a las personas que ejercían el Poder Ejecutivo, el que sería ejercido por un Consejo de Ministros6 Es decir que, mediante la fuerza, se autonombraba Jefe de Estado (como Primer Ministro) y disolvía las instituciones representativas del gobierno enviando a sus casas a funcionarios y empleados. Como era también de esperar, eliminó de forma inmediata el derecho a la huelga, conociendo como conocía que el golpe tendría respuesta en la clase obrera cubana.

Pero el pueblo no estaba en condiciones de enfrentar con éxito aquél golpe. Aunque existían sectores de profunda combatividad (parte de la Juventud Ortodoxa, el PSP7, la FEU8 y determinados sectores del movimiento obrero, el pueblo todavía tenía que ganar en organización y obtener una dirección eficaz. La reacción de los partidos políticos burgueses y de otras instituciones fue débil; los primeros en unos casos apoyaron abiertamente el golpe militar y en otros se manifestó un débil rechazo con la sola emisión de demagógicas y vacilantes declaraciones, demostrando tanto su cobardía política como su incapacidad manifiesta de movilización popular. En el caso de la Central de Trabajadores que producto de la represión llevada a cabo durante el gobierno de Prío contra los mejores representantes de la clase obrera había caído en manos de elementos vendidos a la patronal en la denominada CTK, encabezados por Eusebio Mujal, inicialmente llamó a la huelga general pero finalizó pactando con el golpista antes de que concluyeran las 72 horas. El Partido Revolucionario Cubano (Autentico), en el poder, se pronunció públicamente contra el golpe y lo calificó de inconstitucional; pero al igual que el Presidente derrocado, sus altos dirigentes corrieron a las embajadas extranjeras en busca del exilio seguro o muy pronto entraron en conversaciones con el nuevo "hombre fuerte". El Partido Republicano después de lanzar sus loas al dictador y su cohorte condenó al régimen derrocado. Los partidos Liberal y Demócrata, que en los primeros momentos no calificaron el golpe, posteriormente iniciaron maniobras conjuntas con los testaferros de Batista y antes de que concluyera el propio año 1952 habían establecido una alianza con el batistato y juntos disfrutaban de las delicias del erario público. El PPC (O) a pesar de los pesares y de todo lo analizado con anterioridad, no se enfrentó de modo resuelto y eficaz al golpismo y su alta dirección traicionó la confianza puesta por el pueblo ansioso de cambios haciendo solo declaraciones de condena al golpe, proclamando consignas de repudio moral y elevando quejas a la Organización de Estados Americanos (OEA) especie de ministerio de colonias de los Estados Unidos -especialmente en aquella época-, a la que justamente el ex Presidente Fidel Castro9 se pregunta ahora quién quiere entrar.

6Fragmentos de la "Proclama" de Batista

Primero: Asumo la Jefatura del Estado y declaro cesadas en sus cargos a las personas que ejercían el Poder Ejecutivo. Este Poder se ejercerá mientras dure la actual situación (….) por un Consejo de Ministros, en el que el Primer Ministro asumirá la jefatura del estado y del Gobierno, con todas las facultades que le están atribuidas al Presidente de la República por la Constitución y por las leyes.

Tercero: Se suspenden las funciones del Congreso, pero sus miembros, funcionarios y empleados continuarán percibiendo sus emolumentos legales, hasta que otra cosa se disponga de acuerdo con las circunstancias. El Poder Legislativo se ejercerá por el Consejo de Ministros.

Quinto: Se pone en vigor la Ley de Orden Público y se prohíbe el derecho a la huelga durante cuarenta y cinco días.

7Manifiesto firmado por Blas Roca y Juan Marinello, publicado en Noticias de Hoy el 11 de marzo de 1952

El Partido Socialista Popular que ha combatido sin desmayos la política antinacional, antipopular y antiobrera del gobierno de Prío, que ha denunciado sus violencias, sus fraudes y su protección al gangsterismo, condena, no obstante, el golpe de estado militar que acaba de efectuarse.

Son los imperialistas yanquis los fomentadores de golpes de estado como los de Venezuela, Perú, Bolivia, etc., que llevan al poder a gobiernos antidemocráticos, que no dependen de elecciones ni de opinión pública: que se basan sólo en el poder de las armas.

El golpe de estado en Cuba sólo puede servir para salvar al gobierno de Prío de una derrota histórica y completa a manos de las masas populares.

El golpe de estado no resuelve los problemas de Cuba. Lleva al poder a otros hombres, pero deja subsistente, en lo básico, la misma política que provoca y ahonda el descontento popular, que entorpece e impide la transformación de nuestra estructura económica y la libertad y el progreso de la nación.

8Donde el descontento y la protesta encontraron una expresión más virulenta y constante (en La Habana) fue en la Universidad. Al reclamo de la FEU, formulado por grupos estudiantiles a la salida de la entrevista matutina con Carlos Prío, desde temprano comenzaron a fluir alumnos y jóvenes de distintas tendencias, y ya, a las 10 de la mañana. La colina era un hervidero. La bandera cubana, a la derecha del Alma Máter, fue izada a media asta. En rápida sesión plenaria, el máximo organismo del estudiantado universitario acordó un paro indefinido y un aporte activo en la lucha contra el golpe de estado y en defensa del poder civil.

Telas con lemas combativos fueron situadas en la escalinata y en las terrazas laterales, y en las de L y San Lázaro se colocaron micrófonos y amplificadores, desde los que, ininterrumpidamente, los líderes del máximo centro docente se dirigían al pueblo con exhortaciones para que se manifestaran contra los acontecimientos de Columbia.

El 14 de marzo, la FEU hizo pública una declaración que entre otras cosas planteaba:

"Combatimos el golpe militar del 10 de marzo por haber derribado lo que constituye la esencia y la razón de ser de la República en esta etapa de su desarrollo (…) veinte años de sacrificios, desvelos y esfuerzos han sido cercenados de un solo tajo.

Juntarse es de nuevo la palabra de orden. No es la hora de vacilaciones, ni de cabildeos, ni de componendas. La Patria está en peligro y hay que honrar la Patria peleando por ella…."

9Fidel Castro fue uno de los primeros en declarar su oposición al golpe militar del 10 de marzo. A las pocas horas de producirse el golpe, hizo público un manifiesto. Algunos extractos del mismo:

¡Revolución no, zarpazo! Patriotas no, liberticidas, usurpadores, retrógrados, aventureros sedientos de oro y poder.

No fue un cuartelazo contra el presidente Prío, abúlico, indolente; fue un cuartelazo contra el pueblo, vísperas de elecciones cuyo resultado se conocía de antemano.

Falso es por completo, absurdo, ridículo, infantil, que Prío intentase un golpe de Estado, burdo pretexto; su impotencia e incapacidad para intentar semejante empresa ha quedado irrebatiblemente demostrada por la cobardía con que se dejó arrebatar el mando.

Se sufría el desgobierno pero se sufría desde hace años esperando la oportunidad constitucional de conjurar el mal, y usted, Batista, que huyó cobardemente cuatro años y politiqueó inútilmente otros tres, se aparece ahora con su tardío, pertubador y venenoso remedio, haciendo trizas la Constitución cuando solo faltaban meses para llegar a la meta por la vía adecuada.

Todo lo alegado por usted es mentira, cínica justificación, disimulo de lo que es vanidad y no decoro patrio, ambición y no ideal, apetito y no grandeza ciudadana.

Bien estaba echar abajo un gobierno de malversadores y asesinos, y eso intentábamos por la vía cívica con el respaldo de la opinión pública y la ayuda de la masa del pueblo. ¿Qué derecho tienen, en cambio, a sustituirlo en nombre de las bayonetas los que ayer robaron y mataron sin medida? No es la paz, es la semilla del odio lo que así se siembra. No es felicidad, es luto y tristeza lo que siente la nación frente al trágico panorama que se vislumbra. Nada hay tan amargo en el mundo como el espectáculo de un pueblo que se acuesta libre y se despierta esclavo.

Otra vez las botas; otra vez Columbia dictando leyes, quitando y poniendo ministros; otra vez los tanques rugiendo amenazadores sobre nuestras calles; otra vez la fuerza bruta imperando sobre la razón humana.

Cuanto hizo Prío de malo en tres años, lo estuvo usted haciendo en once. Su golpe es, pues, injustificable, no se basa en ninguna razón moral seria, ni en doctrina social o política de ninguna clase. Sólo halla razón de ser en la fuerza, y justificación en la mentira. Su mayoría está en el Ejército, jamás en el pueblo. Sus votos son los fusiles, jamás las voluntades: con ellos puede ganar un cuartelazo, nunca unas elecciones limpias. Su asalto al poder carece de principios que lo legitime; ríase si quiere, pero los principios son a la larga más poderosos que los cañones. De principios se forman y alimentan los pueblos, con principios se alimentan en la pelea, por los principios mueren.

No llame revolución a ese ultraje, a ese perturbador e inoportuno, a esa puñalada trapera que acaba de clavar en la espalda de la República (…)

Sé de antemano que su garantía a la vida será la tortura y el palmacristi. Los suyos matarán aunque usted no quiera, y usted consentirá tranquilamente porque a ellos se debe por completo. Los déspotas son amos de los pueblos que oprimen, y esclavos de la fuerza en que sustentan la opresión. A su favor llevará ahora propaganda mentirosa y demagógica en todos los voceros, por las buenas o por las malas, y sobre sus opositores lloverán viles calumnias; así lo hizo Prío también y de nada le valió en el ánimo del pueblo. Pero la verdad que alumbra los destinos de Cuba y guíe los pasos de nuestro pueblo en esta hora difícil, esa verdad que ustedes no permitirán decir, la sabrá todo el mundo, correrá subterránea de boca en boca en cada hombre y mujer, aunque nadie lo diga en público ni la escriba en la prensa, y todos la creerán y la semilla de la rebeldía heroica se irá sembrando en todos los corazones; es la brújula que hay en cada conciencia.

No sé cuál será el placer vesánico de los opresores, en el látigo que dejan caer como caines sobre la espalda humana, pero si se que hay una felicidad infinita en combatirlos, en levantar la mano fuerte y decir: ¡No quiero ser esclavo!

Cubanos: Hay tirano otra vez, pero habrá otra vez Mellas, Trejos y Guiteras. Hay opresión en la Patria, pero habrá algún día otra vez libertad.

Yo invito a los cubanos de valor, a los bravos militantes del Partido glorioso de Chibás; la hora es de sacrificio y de lucha, si se pierde la vida nada se pierde, "vivir en cadenas, es vivir en oprobio y afrenta sumidos. Morir por la Patria es vivir".

Fidel Castro.

Fotos de la época. Archivo digital del autor
Fulgencio Batista es aclamado por sus seguidores después del golpe Carros de combate apostados en los alrededores del Palacio Presidencial, en La Habana Al centro, general Francisco Tabernilla uno de los secuaces de Batista Reunión de la FEU en respuesta al golpe. Habla Álvaro Barba. Señalado con flecha José Antonio Echeverría
Dirigentes de la FEU se reúnen con Prío y brindan su apoyo Prío, desmoralizado, abandona Palacio rumbo al exilio. "Líderes" de la Central de Trabajadores se plegan al dictador. Con flechas Ángel Cofiño y Eusebio Mujal Fuerzas represivas penetran en la Universidad de La Habana Manifestación del estudiantado universitario. Con flechas Raúl Castro Ruz, Armando Hart y José Antonio Echeverría