La Página de Orestes 


El Arte de la Comunicación

 
"Ayudas" e "Inversiones"

Fidel Castro en su mencionada Reflexión ¿Quién quiere entrar en el basurero?, escribe: "¡Qué barato nos quiere comprar el nuevo Carlos Saladrigas! Con el dinero de Miami, “el mayor fondo de ayuda que ninguna transición ha conocido en la historia”, algo que Estados Unidos no ha podido lograr con todo el dinero del mundo"....

Eso también me ha hecho recordar las nuevas "inversiones" -ya dominaban ampliamente la economía del país antes de eso- que hicieron los norteamericanos en Cuba después del golpe de Estado de Batista -que superó con creces a los anteriores detentadores del poder en Cuba, en lo concerniente a la entrega de los recursos naturales del país- el 10 de marzo de 1952 y me permite anticipar el futuro escenario que se conformaría en la mayor de las Antillas, con la ayuda de los "nuevos líderes" (es un decir) del exilio cubano.

El régimen de Fulgencio Batista no solo dio plena seguridad a las inversiones norteamericanas en el archipiélago cubano sino que además redujo en unos casos y eliminó en otros, los impuestos a los "nuevos inversionistas". Tales políticas produjo en incremento de las inversiones del capital yanqui en Cuba10. Es a esos datos a los que se refiere la propaganda occidental cuando habla de lo bien que estaba la economía cubana antes del triunfo revolucionario de 1959.

Es precisamente en esa época en la que en el Sector de la Minería se construyó la planta procesadora de níquel de Moa que de conjunto con la de Nicaro constituiría el mayor saqueo extranjero a las riquezas minerales más importantes de Cuba11.

En lo referido al petróleo, el monopolio norteamericano que controlaba el producto, obtuvo -además de créditos del Estado para que construyera refinerías en el país- una autorización para efectuar importaciones directas del crudo venezolano. Tal medida afectó de forma inmediata las divisas cubanas, ya que las empresas que extraían el petróleo en Venezuela y que eran filiales de las refinadoras en Cuba, cobraban un 33% por encima del precio del mercado mundial.

En la ganadería, el monopolio tejano "King Ranch" a partir del mismo año 1952 comenzó a controlar un latifundio al norte  y otras propiedades al sur de la provincia de Camagüey. 

Los monopolios eléctrico y telefónico profundizaron en el control total del mercado nacional. En el año 1957 se le renovó la concesión a la "Cuban Telephone Co." -que había caducado en 1949- y se le permitió de forma vergonzosa el establecimiento de un servicio limitado que sustituía la tarifa fija del servicio local; la elevación de la tarifa del servicio público; la exclusión del pago de impuestos sobre ingresos brutos (4%) así como "recargar" sobre los usuarios del servicio cualquier nuevo impuesto que el país decidiese.

Los datos que he brindado anteriormente -necesarios para que los lectores occidenttales sometidos a una desinformación constante sobre Cuba puedan comprender lo que realmente significa "cambio" y "ayuda" para los norteamericanos y sus testaferros- sólo reflejan una parte de la realidad, puesto que durante el período de la dictadura batistiana la presencia y el control de los monopolios norteamericanos en Cuba estuvo presente en toda la economía del país.

Por otra parte, algunos otros datos pudieran arrojar más luz sobre lo que significó "las inversiones" norteamericanas en Cuba y de lo que quieren decir, repito, cuando hablan de "cambios" y de "ayudas".

En el período 1949-1958 los monopolios norteamericanos en Cuba obtuvieron ganancias por 505 millones de dólares. De ellas, 422 millones se encaminaron hacia los EE.UU. y sólo el 16% se quedó en el archipiélago.

Por cada peso que Cuba recibía de sus exportaciones a EE.UU., le entregaba $1.20 en pago de mercancía, servicios, dividendos, entre otros. En la década de los años 50 Cuba perdió -según el economista cubano Cepero Bonilla- 1000 millones de dólares en su intercambio con EE.UU.
 

10Monto de las inversiones norteamericanas en Cuba
(en millones de dólares)

Sectores 1929 1936 1940 1946 1950 1953 1958

Agricultura

575 256 241 227 263 265 265
Petróleo 9 6 10 15 20 24 90
Minería - - (*) 15 15 70 180
Manufacturas 45 27 (*) 40 54 58 80
Serv. Públicos 215 315 233 251 271 297 344
Comercio 15 15 (*) 12 21 24 35
Otros 60 38 76 8 13 18 7

Totales

919 666 560 568 637 756 1 001

(*) No aparece el dato

11 Durante la Segunda Guerra Mundial la industria bélica norteamericana necesitada de enormes cantidades de materia prima, incrementaron la extracción en Cuba de hierro, manganeso, níquel y cobalto. Al concluir el conflicto bélico, algunas de tales actividades cesaron. El grupo Rockefeller instaló en la antigua provincia de Oriente las plantas de Nicaro y de Moa. Cuando ya Cuba ocupaba el cuarto lugar como productor mundial de níquel la planta de Nicaro fue cerrada. Con el inicio de la Guerra de Corea se retomó la actividad y posteriormente se construyó, a un costo de 75 millones de dólares la planta de Moa (1956). El níquel de Cuba constituía un gran negocio de muchos millones de dólares para el Grupo Rockefeller que lo enviaba a refinar a la Louisiana. El triunfo revolucionario de 1959 echó por tierra el negocio de los norteamericanos al ser nacionalizadas ambas plantas. Moa aún no había comenzado a operar.

 

"Inversiones" de los monopolios norteamericanos. Archivo digital del autor
Compañía de Electricidad Sears Roebuck Dupont Bacardí (Oligarquía nacional) Textilera Ariguanabo
Colgate-Palmolive Firestone Standard Oil (La Habana) Texaco (Santiago de Cuba) Planta niquelífera en Moa