Actualizado: 09/02/02 08:08:37 -0500

Análisis

factortierra - nuestra vida está primero

Entre el agua y el bosque

 

Las lluvias que se pronosticaron para esta semana cayeron puntuales, y comienzan a provocar alerta por el descontrol sobre obras civiles en varios puntos del departamento, incluyendo la zona de San Lorenzo; pero esa agua es también germen de vida de este valle, y de nuevas experiencias que no dañen su medioambiente. Sólo hace falta ver las cosas desde un punto de vista algo por encima del resto.

 

Nelson Peñaherrera C. nelsonpenaherrera@journalist.com

Malingas, Tambogrande

 

La primera lluvia fuerte caída sobre Malingas, el martes, luego que desde el lunes otras más leves comenzaran a precipitarse sobre la zona, provocando la algarabía de la gente, o la curiosidad de este niño.

Con las lluvias que han comenzado a caer desde el lunes –70 litros por metro cuadrado es el primer registro para San Lorenzo—el problema que se presentará es la dificultad en los accesos a los diferentes caseríos del valle, especialmente de la parte alta.

 

Muchas instituciones y empresas que trabajan en la zona ven los eventos climáticos como una gran dificultad, y hasta una amenaza, ya que las corrientes que usualmente se mantienen pocas de agua a lo largo del año, esta temporada dejarán de murmurar solamente.

 

Los agricultores si bien necesitan el agua para asegurar la siembra de la llamada “campaña grande” (donde usualmente se siembran arroz, algodón y marigold), saben que estas lluvias marcan el fin del periodo de cosecha.

 

La algarroba que comenzó a producir desde hace tres semanas, se quedará en el suelo, pues la humedad comenzará a deteriorarla, afectando a los procesadores artesanales de algarrobina, una pasta negruzca a la que se atribuyen propiedades energizantes si se le combina en jugos y otras recetas domésticas, muy bien cotizada en Lima, donde un frasco de medio kilogramo, puede costar hasta cuatro dólares.

 

Desde el miércoles, la quebrada de San Francisco ya no puede ser cruzada por autos, sino por grandes camiones. Si lloviera con mayor intensidad, el tránsito entre Tambogrande y Chulucanas se interrumpiría.

La quebrada San Francisco que prácticamente divide en dos la ribera oriental del río Piura ha crecido e interrumpido parcialmente el tránsito de vehículos entre Tambogrande y Chulucanas.

 

Sólo los camiones transportando mango aún pueden cruzar la quebrada, aunque conductores inexpertos ya están pasando el trance de quedarse atascados en algunos huecos que la corriente ha labrado en el lecho fangoso.

 

El agua que corre en San Francisco es clara y transparente, algo raro, teniendo en cuenta el grado de contaminación en las ciudades que la enturbia al instante, y se ha convertido en el lugar de veraneo diario de la gente de Malingas y las comunidades más cercanas como Cruce de Vega, Palominos o Pueblo Libre.

 

Por fortuna, el agua apenas si llega a las pantorrillas y no tiene mucha corriente como para cruzarla y sentir su frescura como compensación al inclemente sol que en esta zona, por ser transición entre la costa y los Andes, abrasa más.

 

La sensación térmica en Malingas ha sido estimada en 35 grados Celsius a la sombra. Si atendemos a los estudios publicados por Fidel Torres hace dos años, debemos estar agradecidos con la cubierta vegetal circundante –algarrobos, overales, palo santos—, pues de desaparecer, se incrementaría la temperatura dramáticamente.

 

La vida del valle de San Lorenzo depende de la vegetación que se ha ido formando estos años. Buena parte de las actividades adicionales a la agricultura se desarrollan gracias a esta cubierta verde.

La mejor manera de comprender la importancia de la cubierta arbórea es verla desde arriba.

 

Es una lástima que no tuviéramos a disposición una avioneta o un helicóptero como las empresas dedicada a actividades extractivas, con capital suficiente para pagar a 300 personas que se dedicarán a boicotear la intención del pueblo de Tambogrande de deshacerse de una actividad económica que no le dejará dividendos beneficiosos.

 

Todas estas personas –la mayoría de las cuales son tenientes gobernadores, según una lista que uno de los investigadores de NPC factortierra sólo pudo ver la semana pasada—dependen de ese bosque directamente, pues se proveen de alimentos o trabajan allí, en colmenares principalmente.

 

Así que antes que confiar en la billetera, lo hicimos en nuestras piernas, y elegimos un cerro de regular altura para vivir la experiencia, de paso que hacíamos un poco de deporte.

 

Los cerros de San Lorenzo tienen una configuración pedregosa en gran parte, reminiscencia de la actividad volcánica de hace 40 millones de años, que modeló el accidentado relieve de la zona. Hemos elegido el cerro que la gente llama de Chicha Fría, en cuya base se ubica el caserío de Pueblo Libre.

 

¿Una actividad económica que no contamine? El eco-turismo o el turismo de aventura tienen como premisa principal no dañar el medioambiente. Faltan recursos, pero lo que no faltan son paradisiacas vistas. Puede solicitarlas en NPC NewsSupply

Mientras subimos a nuestras espaldas se ubica el cerro de Malingas, un macizo cuya cota de 300 metros sobre el nivel del mar, no logra ser remontada por el cerro que nosotros subimos que apenas si le llega a la mitad, pero que tiene la altura suficiente para mostrarnos la magnificencia de San Lorenzo y el Medio Piura, girando a voluntad sobre nuestras plantas.

 

Hay que llegar allí para convencerse de lo que representa en realidad ese valle para nuestra gente, y no sólo eso, lo que en actividades conexas, como el eco-turismo puede significar. Alguna vez, el alcalde Alfredo Rengifo, propulsor ejecutivo de la consulta distrital, me dijo que era posible realizar ese tipo de actividades pero requería de inversión.

 

Bueno, de pronto, nuestra pequeña excursión pudo significar algo de lo que se llama turismo de aventura al menos.

 

Gente que conoce el valle asegura que hay más cosas por descubrir en el resto de las casi 60 mil hectáreas de bosque y área cultivable, incluyendo ruinas pre-incas cerca del reservorio de San Lorenzo.

 

Tenemos fe de que la minería nunca prosperará en el valle; pero si llegara lo irremediable, por ahora, gozaremos al máximo de este paisaje, que no estamos seguros si también servirá de recreo para las generaciones que ya abrieron los ojos en esta zona.

 

©2002 NPC www.oocities.org/NPCcomunicaciones/NewsSupply


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