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ANÁLISIS, COMENTARIO Y DEMÁS

 

Cibernética

 

                          Censura se dice google en chino

El reciente acuerdo entre el gigante de Internet y Beijing para bloquear las páginas no aptas pone la controversia entre los principios éticos de una compañía y hasta dónde pueden llegar la contradicción e hipocresía sobre la libertad de expresión

MAYO, 2006. El periodista Andrés Opppenheimer cuenta que, al concectar su laptop a la red en un hotel de Beijing, no pudo visitar muchas páginas que habitualmente consulta en otros países, cuando, por ejemplo, tecleaba amnestyinternational.org., se desplegaba una imagen en blanco donde decía "no disponible". Lo mismo cuando quiso ver las páginas referentes a la masacre de Tiananmen, el Dalai Lama, los periódicos de Taiwán y los blogs críticos del gobierno chino.

No importaba el idioma, agrega Oppenheimer: ni el inglés, ni el francés, ni el portugués, italiano y, para su sorpresa, el español, fueron capaces de franquear la censura para todo aquel que navegaba por la red en China, si bien la censura no impide consultar cualquier otra cosa siempre que no sea política.

El tremendo potencial que representa el mercado chino para Internet es un paso imposible de resistir para las grandes compañías, pero a un precio bastante alto, esto es, el someterse a la censura del Estado chino impone en la red. Parte importante del asunto aquí es ver si los magantes están dispuestos a sacrificar libertades con tal de entrar a un mercado, libertades que, en caso que fueran cortadas en sus países de origen, provocarán un escándalo de mayúsculas dimensiones, de ahí la indignación de los grupos de derechos humanos y gente con sentido común en torno a Sergei Briny y Larry Page, los fundadores de Google.

Algo que no debe olvidoarse es la "ayuda" que el buscador da así al gobierno chino se trata de una página visitada diariamente por más de 50 millones de usuarios y es indispensable para encontrar información muchas veces no disponible en yahoo, su competidor más fuerte, A diferencia de los otros buscadores, Google únicamente presenta una página principal con un rectángulo para teclear lo que se desea encontrar; así, los resultados no se basan tanto en el directorio sino en la cantidad de veces en que ha consultado la información.

Mientras Yahoo tiene en su página principal un listado que cada vez más viene a ser un estante para anunciar productos, Google es más austero y con escasa publicidad, razón por la cual es frecuentemente visitado por organizaciones radicales, y aun subversivas. Otra ventaja de Google es gmail.com, su página de correo elctrónico que ofrece un gigabyte de memoria, casi 10 veces más que Yahoo, con 100 megas.

Las negociaciones entre Google y el gobierno chino comenzaron desde principios del 2005 luego que el servidor norteamericano fuera constantemente censurado por las autoridades de Beijing. Tras varies meses Brin y Page llegaron a un acuerdo, el servidor contaría con su página en chino siempre y cuando incluyera un "filtro" en determinadas páginas; el "filtro" sería manejado por la censura china en palabras y términos que no podían ser revelados al servidor. Los magnates de la red aceptaron sin chistar.

Así pues y en términos prácticos, Google estaría asociado con un gobierno que, pese a las profundas reformas que han hecho de China un país que ni el mismo Mao reconocería, no ha reducido su política represora de ideas.

Para quienes ven el asunto fríamente, lo que hicieron Page y Brin son estrictamente negocios pues el dinero no entiende de derechos humanos ni de sensibilidad política y como muestra presentan los negocios que muchos empresarios hicieron en Sudáfrica donde el apartheid y hoy realizan con el castrismo. Para otros es una doble moral, una hipocresía con tal de complacer a un gobierno que sistemáticamente aplasta los derechos humanos.

"Pese a lo que se cree, el lanzamiento de google.cn el pasado enero no es por avaricia, pues pasarán muchos años antes de ver ganancias en ese mercado", dijo Brin hace algunos meses. "No fue tanto una decisión de negocios como la de ofrecer información, por eso decidimos hacer este compromiso".

Información selecta, escogida, y censurada, es algo que olvidó decir Brin. Es un mal augurio para la libertad que existe en la red, y lo peor es que dos de sus principales artífices cooperaron entre abrazos y sonrisas para sofocar, aún más, la libertad de expresión en China.