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ANÁLISIS, COMENTARIO Y DEMÁS |
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Cine El Senti-nada Buenos actores y un guión que se derrumba lastimosamente marca a este intento de thriller que no cuajó y que ya despunta entre los peores filmes del año The Sentinel SEPTIEMBRE, 2006. Durante el zarismo hubo un
ministro de apellido Potemkin quien para congraciarse con Catalina la
Grande construía poblados artificiales para halagar a la soberana. Una
vez que ella abandonaba el lugar, el ministro desarmaba el escenario y
lo llevaba al siguiente destino de la zarina. Las "villas
Potemkin" pasaron a ser ejemplo del hueco que existe tras el
relumbrón de obras aparentemente sensacionales y atractivas. Quizá el recalcar que Hollywood es frecuente
discípulo de Potemkin es redundante dados los infinitos ejemplos.
Centrémonos en esta cinta, dirigida por Clark Johnson, un veterano de
la televisión y quien reclutó aquí a un casting envidiable:
Michael Douglas, Keifer Sutherland, quizá en este momento la figura
más importante de la TV debido a la serie 24, así como la actriz y
modelo Eva Longoria, y Kim Basinger. Todo esto se presta, lo menos, a un
thriller emocionante en torno a la vida de los agentes secretos que
protegen al presidente de los Estados Unidos. ¿Qué pasó, entonces? ¿Porqué The Centinel es,
para decirlo elegantemente, una película mala? La razón no radica en
el suspenso: si eso es lo que buscamos tenemos aquó a un filme con
méritos más que suficientes. La respuesta radica en otro lado. La
escasa química entre los protagonistas es evidente --Longoria no pasa
de ser aquí un maniquí-- da la impresión de que Johnson no supo qué
hacer ante el talento que tenía en sus manos. Otro saborcito que nos
deja The Centinel es su débil final, como si éste hubiera sido
modificado para complacer a la mayor cantidad de público. Al principio la trama perfila cosas interesantes.
Pete Garrison (Douglas) y David Brickinridge (Sutherland) son dos
agentes del servicio secreto, viejos amigos hasta que se distancian
cuando el segundo cortejaba a la ex esposa del primero. Hay otro agente,
Charlie Merriweather (el director Johnson, en un cameo) quien revela a
Garrison tener información confidencial en torno a un complot para
asesinar al presidente. Pero horas antes de la cita Merriweather muere
en un extraño accidente que más bien parece asesinato. Corresponde a
Brickinridge desenredar la madeja en la cual aparentemente está
involucrado el veterano Garrison de una manera insospechada. bueno,
mientras no nos sentemos a ver la película; entonces entraremos al
hollywoodesco sendero de lo predecible. Así pues, nos encontramos frente a una película
Potemkin; detrás del renombre de los actores y el atractivo
innegable de Longoria hay un terreno baldío carente de ideas que nos
levanta las cejas. Sólo basta recordar Bajo la Línea de Fuego
(1992) con Clint Eastwood, la historia de un agente atormentado por no
haber evitado la muerte del presidente Kennedy. En suma, The Centinel
trae mucho reciclaje por dentro. Total, si se tiene como única intención el pasar
una tarde menos aburrida, The Centinel llena el cometido. Caso contrario
siga hurgando en las demás opciones de cartelera. |