MURALLAS DE FUEGO
La
Rioja y San Juan albergan dos parques naturales que fueron declarados Patrimonios
de la Humanidad por la UNESCO. Esta basta extensión semidesértica
con extrañas formaciones de arenisca, conforman uno de los paisajes
más antiguos y asombrosos del mundo.
Segundos
antes del alba, la solitaria ruta 26, desde la ciudad de La Rioja, traza
una larga ‘’U’’ alrededor de la Sierra de Sañogasta, y el primer
rayo solar enciende de rojo un cerro en la lejanía. Un camino nace
hacia la derecha y nos conduce al portal de madera junto a la entrada del
parque Talampaya. El viento sonda crea pequeños remolinos de arena
roja y el ambiente nos remonta a distantes épocas arcaicas. Al fondo
se levanta una ‘’Gran Muralla’’, tan majestuosa como aquella engendrada
en oriente; un farallón de fuego rojo como la arena del camino.
Recorremos
el lecho seco del río Talampaya, junto a paredes erosionadas que
condensan 250 millones de años de historia geológica... acaso
el mismo lugar por el cual reptaron los primeros anfibios al emerger de
las aguas. Allí donde hoy descansa un lagarto somnoliento, hace
millones de años transitaron los primeros dinosaurios (en este parque
se descubrió la osamenta del Lagosuchus Talampayensis, uno de los
dinosaurios más antiguos jamás encontrado). Finalmente, el
hombre hizo su aparición sobre la tierra y dejó su testimonio
cincelado en antiquísimos petroglifos y utensilios encontrados en
una caverna.
Unos
300 metros antes de llegar a la oficina de informes del guardaparques,
aparece un solitario árbol de algarrobo con 600 años de vida,
una cifra insignificante al lado de los números que se manejan en
esta zona (hace un lustro se encontraron quince tortugas gigantes de 220
millones de años).
La
travesía por el cañón se realiza en camioneta y con
la presencia de un guía. En la ‘’Puerta del Gran Cañón’’
descendemos del vehículo para observar unos petroglifos con imágenes
de hombres, guanacos, pumas y ñandúes. A un lado están
los morteros cavados en la roca por hombres de las culturas Ciénaga
y Diaguita (siglos III al X).
El
recorrido continúa al pie de un descomunal paredón de 150
metros de altura, sobre el cual aparecen dos cóndores volando en
paralelo. La siguiente parada es en el ‘’Jardín Botánico’’,
un bosquecillo de 500 metros de flora autóctona que contrasta con
la aridez de todo el parque. Allí están el algarrobo, el
chañar y el molle –con su penetrante aroma--, cuyos tonos de verde
se interrumpen bruscamente con la aparición del rojo paredón.
Allí el agua de lluvia creó en el frente de la pared una
gran hendidura vertical de forma cilíndrica –de la base hasta la
cima— llamada ‘’La Chimenea’’.
Los
Cajones: Una tropilla de burros nos espera a la entrada de Los Cajones,
donde el cañón de Talampaya comienza a estrecharse. A los
costados del camino hay enormes derrumbes que parecen resultado de un tremendo
bombardeo. A medida que el sendero se va angostando, la camioneta ya no
puede avanzar más y debemos seguir a pié, entre dos paredones
que se acercan entre sí como si fuesen a aplastarnos. Caminamos
a la vera de un arroyito y tras una curva aparece a nuestros pies el manantial
de la cual brota el agua entre dos piedras.
Fuente:
Diario El Independiente; La Rioja
Lic.
Sandra Bonetto
http://www.elindependiente.com.ar/suplementos/notas.asp?36
DATOS
UTILES:
Como
llegar: A
Talampaya se llega por la Ruta Nacional 38 hasta Patquía, siguiendo
por la Ruta 150, para finalmente tomar la Ruta 26, hasta el paraje Puerta
de Talampaya. Son 230 kilómetros en total. Desde
allí se accede al área de ingreso,
donde está emplazado el Destacamento de los Guardaparques; En el
área principal se encuentra una proveeduría y oficina de
excursiones con guías de turismo.
Los
circuitos: La excursión se puede
hacer durante todo el año, pero en los meses de verano conviene
llegar junto con las luces del alba, ya que después del mediodía
el calor es abrasador. La entrada general cuesta $ 3.
Se
puede recorrer el parque en vehículo particular –siempre que sea
de doble tracción— pero con un guía (los vehículos
de tracción simple pueden llegar hasta la oficina de informes sin
problema). Se han demarcado tres circuitos: el Número 1, que va
hasta ‘’El Monje’’, pasando por ‘’La Catedral’’ y el ‘’Jardín Botánico’’,
cuesta $ 40. El Número 2, que llega hasta ‘’Los Cajones’’, cuesta
$ 90 (incluye el primer circuito) , y el Número 3, hasta ‘’Ciudad
Perdida’’, cuesta $ 130 (se debe abonar aparte de los otros). Estos precios
se pueden dividir hasta por ocho personas, e incluyen el transporte en
vehículos del parque.
Algunos
sectores del parque (hasta la Catedral y el Jardín Botánico)
se pueden recorrer en bicicleta de alquiler por $ 6.
Servicios:
El
parque cuenta con proveedurìa y servicio de baños públicos.
No hay estaciones de servicio en toda la zona cercana.
Dónde
informarse: Dirección
General de Turismo de La Rioja. Calle P. B. Luna 345 La Rioja Sitio Web:
www.larioja.gov.ar/turismo
Intendencia
del parque: Calle San Martín s/n,
en el pueblo de Villa Unión, cercano al parque. Tel.:03825-470356
e-mail: talampaya @ infovia.com.ar
Guías
de Turismo: e-mail: talampaya
@ infovia.com.ar
Dónde
alojarse: A 70 kilómetros del parque
se encuentra la localidad de Villa Unión. El Hotel Pircas Negras,
5 Estrellas posee 47 habitaciones con baño privado, Aire Acond.
Calefacción, y Tv por cable. Piscina en 3 has de parque. Servicio
de Restaurant con comidas típicas e internacionales. Recomendado:
excelente atención y confort.s.
Cuando
ir: El parque se puede visitar todo el
año, pero en verano hay que evitar el mediodía.
Información
turìstica: La más completa
información de la Ruta de los Dinosaurios en La Rioja y sus recursos
en internet vealá en http://www.oocities.org/ar/sanluisturismo/dinosaurios
e-mail:
PARQUE NACIONAL
TALAMPAYA
Fuente:
Propia y APN.
UBICACION:
Ubicado
en el centro sur de la Provincia de La Rioja, Dpto. Gral. Lavalle, dista
70km de Villa Unión y 207 km de la capital provincial. El campo
de Talampaya, ubicado entre las sierras de Sañogasta y los Colorados,
es un territorio de fuertes contrastes orográficos, donde alternan
elevaciones de hasta 1300m.s.n.m, extensos desiertos, imponentes murallones
de piedra roja, valles, quebradas y caprichosas formas rocosas talladas
por la naturaleza. Ver
mapa
ANTECEDENTES:
El
campo de Talampaya, junto con Ischigualasto (provincia de San Juan) conforman
una basta cuenca de 600.000ha de superficie, que son una extraordinaria
reserva natural arqueológica y paleontológica, admirada a
nivel mundial.
La
Administracion de Parques Nacionales, ha demostrado desde hace tiempo,
su interés por la conservación de Talampaya con objetivo
de resguardar importantes yacimientos arqueológicos y paleontológicos,
en un imponente marco paisajístico de gran belleza, junto a la flora
y la fauna características del Monte. Al respecto existen estudios
técnicos desde el año 1972, como el realizado por el Ing.
Correa Luna, que respaldaban el proyecto de creación de un Parque
Nacional en el sitio. Tiempo después, se crea el Parque Provincial
Talampaya (año 1975) con una superficie original de 250.000
hectáreas, que fuera reducido posteriormente a 215.000.
DESCRIPCION
GENERAL:
Talampaya
es uno de los grandes escenarios naturales de la Argentina. Motivo de atracción
de miles de turistas nacionales y extranjeros, constituye una completa
muestra de uno de los ecosistemas nativos menos representado en el Sistema
Nacional de Áreas Naturales Protegidas: el Monte. A lo largo del
cañón del Río Talampaya, se encuentran milenarios
bosques de Algarrobo, enmarcados entre paredones de casi 100 metros
de altura, que le dan al paisaje un atractivo único. Allí
también encuentran refugio los Cóndores. Extensos jarillales
y retamales son habitados por confiados Zorros Grises, Chuñas de
Patas Negras, Ñandúes Petisos, Maras, etc. Especies de aves
endémicas de nuestro país, como el Gallito Arena, encuentran
seguro refugio en el lugar. Esta asombrosa biodiversidad presente en un
ecosistema desértico constituye una sobrada muestra de la necesidad
de orientar parte de los esfuerzos de conservación a otros sistemas
naturales argentinos, que merecen tanta dedicación de nuestra parte
como las selvas subtropicales. A los valores naturales del área
debe sumársele su importancia cultural. Numerosas manifestaciones
de culturas prehispánicas que habitaron la zona hace uno 1.000 años,
pueblan los rojizos paredones y rocas de Talampaya. Un mural natural de
trece metros de longitud poblado de petroglifos, quizás el mayor
hasta ahora registrado para la Argentina, junto a otros dispersos por el
sitio, constituyen un patrimonio cultural de incalculable valor que debe
ser resguardado a perpetuidad para las futuras generaciones. Afloran en
el área depósitos sedimentarios del Pérmico y el Triásico
ricos en fósiles, especialmente de grandes anfibios y reptiles.
Esto le confiere al sitio relevancia mundial siendo, junto a Ischigualasto
distante apenas unos kilómetros, uno de los yacimientos más
importantes del mundo en su tipo. Los profundos cañones, los valles
poblados de curiosas figuras talladas por la erosión, los coloridos
estratos sedimentarios , enmarcados en un paisaje desértico de gran
belleza sumados a los valores ya mencionados, le confieren a Talampaya
una importancia escénica inigualable .
ITINERARIOS:
De
la ruta provincial No. 26 que va a Villa Unión, parte un camino
pavimentado de unos 14 kilómetros de longitud, al final del cual
se llega a la entrada de la Reserva. Allí se encuentra un playón
de estacionamiento, al área de acampe y el centro de informes al
visitante, dotado de un bar y sanitarios.
1.-
Se realizan salidas en camionetas hasta
llegar a "La puerta" del gran cañón de Talampaya .
Allí se recorre un pequeño circuito en donde se aprecian
numerosos morteros sobre una gran roca horizontal y llamativos petroglifos
en la parte superior de un gigantesco bloque de roca ubicado al pie de
los paredones. Las recorridas transitan a lo largo del cauce y por el interior
del cañón del río Talampaya . Se llega a un denso
bosque de Algarrobos , Brea, Mistol, Tusca, Palo Azul, entre otros conformando
un verdadero vergel . Al pie del gigantesco paredón se encuentra
una gigantesca ""chimenea" canaleta modelada por el agua que cae durante
las lluvias de la parte superior del acantilado. Más adelante se
observan los "farallones" con vistosas formaciones y en lo alto, delatadas
por su color blanco, las "buitreras" donde se asientan Cóndores
y Jotes. Continuando por el cauce del río y ya fuera del cañón
se encuentran las figuras más famosas de Talampaya: el Rey Mago
con su Camello , La Catedral , Las Torres y finalmente El Monje o El Fraile.
También se recorre una pequeña quebrada donde se encuentran
los famosos "Pizarrones" , una de las mayores atracciones del área.
2.-
Otro
de los sitios de gran atractivo, cercano a Talampaya y parte de la misma
Reserva, es el sector conocido como "Ciudad Perdida" . Situada en
una gran depresión y conformada por innumerables cauces de arroyos
temporarios y formaciones rocosas talladas por la erosión , es un
verdadero laberinto natural , al que debe accederse acompañado por
un guía local . En la cercanías se eleva el Mogote Negro
, formación de duras y negras rocas basálticas, el visitante
acostumbrado al trekking no hallará mayores dificultades para llegar
a su cima . Desde allí se tiene una inmejorable visión panorámica
de los llanos y sierras vecinas.
YACIMIENTOS
ARQUEOLOGICOS Y PALEONTOLOGICOS:
El
arte rupestre desarrollado en Talampaya constituye una de las manifestaciones
indígenas de mayor valor en nuestro país. Los grabados existentes
en las rocas ubicadas al pie de las barrancas pasan el centenar, representando
figuras humanas estilizadas, huellas de Ñandú, felinos y
diversos signos y figuras
geométricas
aún no interpretados. El núcleo más importante corresponde
al llamado "Los Pizarrones". Se ubica sobre el cauce de un arroyo temporario
afluente del río Talampaya, en un sector plano y liso de roca de
unos 15 metros de largo cubierto de grabados esculpidos (petroglifos) varios
siglos antes de la conquista. También se hallaron en la zona restos
de viviendas y de muros de piedra, fragmentos de barro cocido y material
lítico proveniente de la confección de elementos de roca.
Es de suponer que en aquellas épocas, unos mil años atrás,
el clima sería un tanto más húmedo y la mayor abundancia
de aguas permanentes, vegetación y fauna, habría facilitado
la instalación de grupos humanos estables y la ocasión para
el desarrollo de sus manifestaciones artísticas, rupestres y artesanales.
Otro atributo natural de gran importancia en el área de Talampaya
lo constituye su valor paleontológico. Todo el valle comprendido
entre las sierras de Sañogasta y Morada resulta del mismo origen
Triásico que la vecina región Ischigualasto o Valle de la
Luna (San Juan).
Estas
dos áreas naturales están separadas por la Sierra Morada.
Antes del levantamiento de la Cordillera de los Andes, hace unos 160 millones
de años, estos terrenos eran bajos, pantanosos y húmedos,
con lujuriosa vegetación tropical, con helechos y grandes árboles
cubiertos de lianas, poblada de una variada fauna de reptiles acuáticos
y terrestres, herbívoros y carnívoros, todos de tamaño
considerable. Las rocas sedimentarias de la región albergan en su
seno fósiles correspondientes a aquella flora y fauna prehistóricas.
BIOMA:
Monte
FLORA:
La
vegetación está caracterizada por una flora escasa, típica
de un clima árido y cálido. Existen franjas algo distintas
que acompañan a los pocos ríos temporarios, donde predominan
árboles como el Algarrobo . En las zonas más apartadas quedan
relictos del arbusto llamado "Chica" en forma de pequeños montecillos
que han escapado por ahora, a la acción del hombre. La "Chica" es
muy codiciada por su madera de extraordinaria dureza y fina veta que abarca
varias gamas del pardo rojizo al pardo oscuro. Toda el área de llanos
y planicies está cubierta, aunque no en forma continua, por la Jarilla.
Se trata de un arbusto ramificado desde la base, sin espinas, con hojas
pequeñas siempre verdes, resinosas y muy poco digeribles (lo que
la protege de los herbívoros) y flores amarillas. Entre los demás
arbustos que la acompañan, sobresalen la Pichana y el Retamo, que
para enfrentar la sequía carecen de hojas y desarrollan en sus verdes
tallos y ramas la función fotosintética. En los cañadones
o profundas escotaduras abiertas en la Sierra de los Tarjados por el arroyo
Talampaya y sus afluentes , se observa la presencia de robustos Algarrobos
, lo que indica la existencia de agua en profundidad. Los acompañan
el Chañar, Brea , Garabato y Espinillos, entre otras . Fuera de
la influencia de los ríos locales y de la protección brindada
por el relieve, es decir en los llanos contiguos, la vegetación
se torna más achaparrada, integrando un matorral compuesto principalmente
por arbustos espinosos que dejan entre sí grandes espacios de suelo
desnudo.
FAUNA:
La
fauna, al igual que la flora se ajustó a este clima desfavorable.
Los mamíferos, en especial, deben eliminar el agua de sus cuerpos
con dos de sus funciones vitales: la orina y la transpiración-respiración,
que usan para enfriar su cuerpo por evaporación. Es por esto que
mucho de sus hábitos son nocturnos (para
escapar
a las horas de más calor) o cavícolas, ya que dentro de la
tierra la temperatura es menor. En estas cuevas se refugian roedores como
los Cuises, las Vizcachas, diversas Lauchas y Ratones, y armadillos como
el Pichi Llorón y el Pichi-ciego. Este último es muy poco
conocido y difícil de ver, ya que consigue bajo tierra la mayoría
de su alimento compuesto por hormigas, larvas, escarabajos, gusanos, caracoles
y raíces que obtiene en la superficie o debajo de ella. El Guanaco
y la Mara son los principales herbívoros del área, y los
carnívoros incluyen al Zorro Gris , Hurones y felinos como el
Puma, que todavía merodea por estos matorrales poco habitados por
el hombre. Las aves son más notables y variadas. Encabezando la
lista se encuentra el majestuoso Cóndor que se lo suele ver planeando
y luego descendiendo rápidamente a la vista de algún animal
muerto que la sirva de alimento; Ñandúes Petisos o Choiques
en grupo de cinco o seis son comunes en las zonas llanas; Aguiluchos, Caranchos,
Martinetas, Copetonas y Chuñas junto a numerosas especies
de pequeños pájaros como el Yal Carbonero y el Gallito Arena,
alguno de ellos excelentes cantores, completan el muestrario alado. Los
anfibios están representados por numerosas especies de sapos y ranas
que aprovechan las pocas aguadas que subsisten luego de las épocas
de lluvia. Entre los reptiles más comunes encontramos una gran variedad
de lagartijas, el Lagarto Colorado, inofensivas culebras y algunas serpientes
venenosas como la Yarará Chica y la Víbora de Coral.
FUENTES:
Correa Luna, H. 1972. Proyecto de Creación del Parque Nacional Talampaya
Talampaya y Valle
de la Luna
UN
ESCRITO DEL TRÍASICO EN LA TIERRA CUYANA
Talampaya
y Valle de la Luna son dos parques naturales que están ubicados
en la provincia de San Juan el primero y en la provincia de La Rioja el
segundo. En verdad están uno al lado del otro, separados por la
línea imaginaria de un mapa, ocupando una misma cuenca formada hace
248 millones de años, durante el periodo triásico. Una larga
serie de fósiles animales están permitiendo completar los
estudios más interesantes de la ciencia: cuando y cómo surgieron
los primeros dinosaurios. VER INFORME
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