Tras la salida del Reporte Moran, la respuesta de Manhattan
parece ser el silencio y la acción, acompañada de una política
informativa, cuya sanción se hace esperar.
por Redacción Factor Tierra factortierra@yahoo.es
En Pedregal, unas fotocopias del tamaño de un tabloide han sido
colocadas en la pared de una casa que da a la carretera que une a
Tambogrande con Sullana. A pesar que los papeles son blancos, y la
pared también, logran ejercer contraste.
No hay registros de cuántas personas se han acercado a ver el
contenido de esos papeles, y tampoco cuántas han comprendido lo que
allí se expone. "Es el informe del gringo", ha
dicho un lugareño cuando pudo identificar el título.
Como en Pedregal, a lo largo de Tambogrande, las fotocopias del
Reporte Moran comienzan a ser objeto de búsqueda y colección.
A pesar que el diario El Tiempo las publicó el domingo pasado,
poca gente pudo percatarse del calibre del documento que allí se
exponía, en parte, debido a una aguda discreción por parte de
Diaconía para la Justicia y la Paz, la organización de derechos
humanos de la Iglesia Católica local, que auspició la impresión.
El otro problema es que El Tiempo tiene un costo superior –el
equivalente a US$ 0,30—respecto de su competencia, Correo, que
vale la mitad.
Sin embargo, como hemos venido informando, los activistas del
caso Tambogrande, han acusado a esta publicación de estar sirviendo
a los intereses de Manhattan.
‘Guerra informativa’
Desde hace tres semanas, Correo, de propiedad de empresarios con
intereses en la industria pesquera, está publicando artículos y
contraartículos en los que básicamente se defiende la explotación
minera por encima de todas las cosas.
En una suerte de ‘guerra informativa’, mientras en Correo se
lanzan calificativos donde se tratan a los activistas anti-mineros
de poco menos que ignorantes, en El Tiempo se responde y se relanza
el misil.
José Silupú Garcés es, por así decirlo, el
columnista-nuestro-de-todos-los-días. Y también está la otra
parte: Nicolás Sandoval, presidente del Frente Urbano, es la única
voz que tiene acceso a media página de opinión en el periódico.
El punto es que Correo podría recibir una sanción moral tras
haber publicado una fotografía y un titular en el que Ulises
García Pérez se sintió afectado. García publicó en factortierra-LI
que Kela León, del Consejo Peruano de la Prensa, le había
comunicado que el fallo estaba a su favor; sin embargo faltaba la
firma de dos miembros que no quiso identificar.
La misma respuesta fue dada a una de sus hermanas en Lima, y a la
periodista Margarita Rosa Vega, quien también está recibiendo una
serie de correos electrónicos intimidatorios. Al cierre de este
informe, Ulises García, dijo a NPC desde su finca en Somate Bajo,
que ese fallo debió salir el martes pasado.
Aunque la condena sólo pone en evidencia las faltas de ética de
un medio de comunicación, se espera que reste credibilidad al
periódico, aunque el problema es que en Tambogrande, la selección
del periódico está condicionada al precio.
Correo y El Popular compiten por el segmento de los
"periódicos de quina" (los que cuestan 50 centavos de sol
ó US$ 0,15 aproximadamente), donde el segundo, debido a su
cobertura de espectáculos, deportes y crónica roja ocupa un
holgado primer lugar. Sin embargo, ni tirios ni troyanos lo
utilizaron jamás.
Serio conflicto
A Francisco Ojeda le preocupa otra cosa. El presidente del Frente
de Defensa del valle de San Lorenzo y Tambogrande se ha convertido
en asiduo oyente de las cadenas nacionales de radio para escuchar
los debates que terminaron por darle un voto de confianza al actual
gabinete.
Él no está conforme con la actitud del ministro Roberto
Dañino, respecto al pase libre a las inversiones mineras.
El jueves pasado, en el Congreso de la República, en Lima, el
congresista Javier Diez-Canseco le recordó que Huarmey (en Àncash)
tenía un serio conflicto por ese tema, y que por lo tanto el pedido
era inviable.
Ojeda debía entrevistarse esta semana con el presidente
Alejandro Toledo para hablar sobre el tema, dentro de una reunión
conjunta organizada por la Coordinadora Nacional de Comunidades
Afectadas por la Minería (CONACAMI), pero su inasistencia se debió
a problemas internos.
Él debe dejar el cargo, pues su periodo como presidente del
Frente ha concluido. Pero, la gente no lo deja ir.
Algunos escépticos en Tambogrande dicen que esto es mentira, que
Ojeda se ha hecho imprescindible, y que su próximo paso, será
lanzarse como candidato a la alcaldía local.
Ojeda niega esto, dice que quiere dejar el cargo. Pero, ¿quién
lo sucedería?
El problema es que ya no hay mucha confianza entre la gente,
especialmente ahora que el enemigo ha vuelto, aunque sea
simbólicamente a Tambogrande.
Se sabe que Manhattan ha alquilado una casa cerca del Cementerio
de la localidad, y camionetas de doble tracción han sido vistas por
las inmediaciones. "Se preparan para regresar", dice
Ojeda. A lo mejor esa es la nueva estrategia: no responder, ni
decir, sólo ejecutar... como si regresáramos al inicio de todo el
conflicto.