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Y demás/Religiones
Jim Jones, de filántropo a desquiciado Cultos:
Jim Jones, Koresh, Davidianos...
Jim Jones, los Davidianos, los Templarios, Marshall
Applewhite... son estos nombres y denominaciones que marcan cultos cuyo
final terminó en tragedia. Las ganas de creer, en lo que sea, y
terminar en manos de un deschavetado han sido parte de este fenómeno
que, como esporádico mensaje macabro, llega a las primeras planas.
NOVIEMBRE,
2005. Este mes se cumplirán 27 años en que 914 miembros del culto
Templo del Pueblo ingirieron cianuro cuando una de esas "noches
blancas" del "pastor" Jim Jones se hizo realidad. En su
momento este suicido masivo conmocionó a la opinión pública y se
esperaba que no hubiera más actos insensatos. Por supuesto que los
hubo.
Hay denominaciones cuyo trasfondo es más un negocio aunque
prefieren autodenominarse iglesias para no pagar impuestos, como es el
caso de la famosa Iglesia de la Cienciología, más conocida como
Dianética y a la que también se conoce como "síndrome de
Hollywood" porque estrellas como Tom Cruise, John Travolta, y
Kristie Alley abiertamente aceptan ser seguidores.
Y aunque en su tiempo se les
consideró sectas, con el paso de las décadas se ha aceptado su
existencia, como la Iglesia Mormona, que actualmente tiene presencia en
más de 150 países. Sin embargo la mayoría de ellas no logran pasar de
los mil miembros. Aparentemente mientras más pequeñas son es cuando
ostentan un peligro mayor; una vez que crecen el poder del líder
La arista de los líderes mesiánicos de las sectas que se
autodestruyeron ha sido investigada
exhaustivamente. Sabemos, por ejemplo, que el perfil sicológico de
estos líderes suele presentar Otra constante de estos líderes es una conducta sexual rayana en lo compulsivo. Si bien durante buena parte de su vida fue heterosexual, ya en las postrimerías del Templo del Pueblo Jones solía escoger personalmente a los muchachos más jóvenes para que tuvieran el "honor" de mantener con él relaciones homosexuales; no se sabe cuántos hijos llegó a engendrar Koresh (se estima que unos 14) pero se cree que varios de ellos los tuvo con chiquillas de 14 ó 15 años a quienes inició sexualmente en tanto que Applewhite, quien antes de crear su grupo religioso fue maestro de música en Houston, y Jouret, de profesión médico homeópata, desde su juventud ambos habían descubierto sus tendencias homosexuales.
El tercer elemento es un carisma
irresistible acompañado de un poder hipnótico de persuasión. Quienes conocieron a Jim Jones lo
ubican como un personaje que sólo buscaba el bien de la comunidad
mientras que de Koresh dijo una ex cultista, "era capaz de cambiar
las convicciones religiosas de toda tu vida con sólo diez minutos de
charla"; Jouret también poseía ese extraño carisma pues se
ganaba la vida como conferencista en superación personal y ahí
Los efectos, a decir de quienes han
tratado a los Cultos autodestructivos I.
Guyana, pesadilla colectiva
Jim Jones nació en Indiana, en 1929. Desde pequeño realizaba
ceremonias religiosas a aves muertas lo cual le llevó a descubrir, aun
antes de cumplir los 10 años, su fuerte vocación religiosa. Cuando era
adolescente podía memorizar capítulos enteros de la Biblia y al llegar
a los 22 se convirtió en ministro. Eran tiempos (inicios de los 50) en
que el Ku Klux Klan era fuerte en el estado de Indiana de modo que
Jones, cuya feligresía siempre fue mayoritariamente de color,
Jones había adoptado niños de distintas nacionalidades aunque también
había engendrado a los suyos. A fines de los sesenta regresó a Estados
Unidos donde se estableció en San Francisco, ciudad con una altísima
cantidad de cultos religiosos. Jones organizó talleres de carpintería
y manualidades mientras los domingos efectuaba sermones religiosos
llamados "asambleas" por
Semejante poder de convocatoria entre
la población de color le atrajo poder político de manera que los
candidatos a alcalde solían visitar a Jones para atraerse votos (a
fines de 1976 decenas de miembros de la congregación asistieron a un
mitín que el candidato demócrata Jimmy Carter efectuó en San
Francisco). Sin embargo el comportamiento de Jones era cada vez más
Cuando el FBI comenzó a investigar
las operaciones del Templo del Pueblo, Jones denunció "una
conspiración en su contra" tras lo cual decidió emigrar a unas
tierras en Guyana que había adquirido mientras vivía en Brasil. Poco a
poco inició allí la construcción de cabañas, bungalós y un enorme
pabellón. Desde mediados de 1977 los miembros de la secta emigraron a
Guyana hasta febrero de 1978, fecha en que Jones se autorecluyó e
impuso un estado dentro de otro.
A mediados de mayo el padre de un cultista pidió el senador Leo Ryan
que investigara a Jones pues su hijo había aparecido muerto sobre las
vías de un tren días después de haber rechazado ir a Guyana y
desertado de la secta. Ryan solicitó a Jones permiso para visitar la
comuna. Tras varias negativas --y la promesa de Ryan de no llevar con
él a nadie del FBI—Jones aceptó. Al principio todo parecía normal
pero cuando cinco cultistas pidieron a Ryan volver a Estados Unidos la
fachada se cayó. Jones volvió a denunciar la "conspiración"
pero aparentemente había reconocido que pudiera haber quienes no estuviesen
contentos en la comuna. Pero poco después que los cinco
cultistas se marcharon con Ryan, Jones ordenó que todos ingirieran
cianuro pues, vociferó, el ejército guyanés venía en camino para
liquidarlos a todos.
Tras concluir el "sucidio revolucionario" había 914 cuerpos
en la selva, incluido el de Jones, a quien se comprobó en la autopsia
que no había tomado cianuro y que había muerto del balazo que se pegó
en la cabeza, casi igual que Adolfo Hitler.
Mientras tanto en el pequeño aeropuerto, Dave Carlton, uno de los
supuestos desertores, disparó dentro del avión hiriendo a cuatro
personas. El senador Ryan y cuatro acompañantes murieron en la
emboscada de gente de Jones.
Jonestown fue el peor suicidio masivo ocurrido en el siglo XX. En el
Japón decenas de personas se quitaron la vida poco después que el
Emperador aceptara su derrota frente a los aliados en la segunda guerra
mundial, pero fue un proceso paulatino. En cambio, los cultistas de
Jones, 914 en total, terminaron con sus vidas en menos de hora y media.
II.
El iluminado de Waco, Texas
Años antes de convertirse en David Koresh, Vernon Howell quiso ser
estrella de rock. Había memorizado pasajes enteros de la Biblia desde
la adolescencia pero por un tiempo la música disminuyó aquella
obsesión. VIajó a Hollywood para tal efecto pero al no conseguir siquiera un contrato discográfico retomó su
afición previa que al poco tiempo se hizo patológica. En 1988 y luego
de una disputa interna en una congregación, Howell fundó la propia,
denominada Branch Davidian, o Rama Davidiana.
El operativo fue un desastre; el
edificio comenzó a incendiarse --seguramente por los propios miembros
de la secta-- hasta que terminó por derrumbarse y cuatro miembros de la
AFI fallecieron en el operativo,. Con excepción de tres
cultistas que intentaban escapar, todos los miembros de la secta
murieron, incluido Koresh. "Koresh estaba obsesionado con la
muerte, y si ella no iba hacia él, entonces la buscaría", dijo un
III. Si no fuera por el
desenlace, sería divertido
Poco después que el mundo supo del suicidio de los 39 miembros de la
secta Heaven's Gate, la televisión transmitió un video donde todos se
despedían, contentos y listos para despojarse de sus
"contenedores" e irse detrás el cometa Hale Bopp durante la
semana santa de 1997. Otro video mostraba al líder quien mientras
hablaba tenía tras de sí unos efectos especiales que removían su
figura de un lado a otro. Su rostro daba risa y sus gestos eran los de
un viejito excéntrico.
Sin embargo se trataba de Marshall Applewhite, un esquizofrénico quien en
1976 fundó Heaven's Gate. Antes de ello había sido profesor de
música, por lo regular despedido por no poder controlar sus tendencias
homosexuales. La secta presentaba una extraña mezcla de teorías
conspiratorias, creencia en los ovnis y un régimen donde se pregonaba
la asexualidad –varios miembros se habían castrado-- y una dieta
rigurosa que incluía, entre otras rarezas, desayunar exactamente a las
7:22 de la mañana, no antes ni después.
A diferencia de Jones y Koresh, lo que desencadenó la tragedia no fue
una investigación oficial. Los miembros de la secta vivían en una
enorme mansión ubicada cerca de San Diego, California; Applewhite
tenía preparado el "destino" de todos por lo menos desde
1994, cuando se confirmó la visita del cometa Hale Bopp cerca de la
Tierra. Para subsistir, los miembros de la secta habían creado una
compañía que diseñaba páginas web; eran aficionados a la ciencia
ficción y veían como "meros avances" los efectos especiales
de cintas como Star Wars; devoraban todo lo relacionado con Star Trek
y Los Expedientes Secretos X; "si no fuera por su extraña
apariencia --hombres y mujeres rapados, con vestimentas negras-- serían
nerds de cualquier universidad", dijo un cliente a la
revista TIME en 1997.
Los cadáveres de Applewhite y sus seguidores estaban cubiertos por
túnicas moradas; todos llevaban puestos unos tenis Nike
flamantes. Al lado de sus cuerpos estaba una maleta con sus
pertenencias, quizá para llevársela con ellos hacia donde los
condujera el cometa; sin embargo permanecieron aquí, lo que indicaría
que los cálculos de Applewhite no eran tan precisos.
IV.
Los Templarios de Monsieur Jouret
Una madrugada de 1994, el fuego consumió un pequeño chalet ubicado en
un pueblito cercano a Berna, Suiza. Casi al mismo tiempo comenzó a
arder una casa aunque logró controlarse el fuego. Simultáneamente y a
miles de kilómetros, en Montreal, Canadá, en un domicilio eran
encontrados los cuerpos de seis adultos y cuatro niños; también en esa
casa estaba programado un incendio.
Lo que llevó a la secta de los Templarios a su autodestrucción había
sido un asunto enteramente
Sin embargo algunos de ellos se fueron
forzosamente, entre ellos Di Mambro y otros cuatro templarios pues sus
cabezas estaban cubiertas con bolsas de plástico para provocarles
asfixia aunque dos cuerpos presentaban balazos en la nuca. En opinión
de la policía suiza, estos eran los miembros de la secta que tenían
pensado denunciar a Jouret. El plan hubiera sido perfecto en caso que
las tres sitios donde fueron hallados los cadáveres ardieran hasta
quedar en cenizas, pero no fue así.
Durante algunas semanas la Interpol buscó a Jouret, quien aparentemente
estaba prófugo y se esperaba detenerlo cuando quisiera cobrar la
cantidad que los miembros tenían en el banco, alrededor de 500 mil
dólares. Sin embargo las pruebas forenses demostraron que Jouret estaba
entre quienes habían muerto carbonizados en el chalet. La teoría de la
policía: sabedor que no tendría escapatoria, el líder decidió que ni
él ni sus seguidores no ningún familiar suyo se hiciera del dinero de
modo que también optó por el suicidio.
"Los principios y postulados de la Orden de los Templarios eran muy
hermosos", refirió una ex cultista que los abandonó cuando se
convenció que Jouret era un desequilibrado. "Se había retomado lo
que fue un grupo ávido de superación, filantropía y conocimiento que
existió hace más de 700 años y Jouret lo convirtió en escoria. La
verdad es lamentable".
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