fasenlinea

com

ANÁLISIS COMENTARIO Y DEMÁS

 
 
 

 

 

 

O tros textos de Literatura 

Memorias de una groupie

¿Yo, pa' qué me preocupo?

Obra maestra: 1984 de George Orwell

La gauchofilosofía de Mafalda

¿Finalmente ronda el Nobel a Vargas Llosa?

Su fuerza y su razón

¿Heil, Günter?

El mundo y Carl Sagan

Qué hay de nuevo, Bayly 

Archivo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

LITERATURA

Literatura de inspiración peligrosa

El Unabomber, Mark Chapman y al Quaeda parecen haber recibido sus ideas de novelas bastante conocidas. He aquí un somero recuento

FEBRERO, 2007. Es innegable: la Biblia ha servido como pretexto para reyes, políticos, clérigos y más recientemente a líderes mesiánicos como Jim Jones y Dave Koresh para cometer los crímenes más aberrantes. Quienes hablaban a favor de la esclavitud lo hacían justificándose con una Biblia en la mano. Bien lo decía un sacerdote con quien platiqué hace años, "la Biblia ofrece muchas parábolas como enseñanzas. Los problemas llegan cuando se interpretan literalmente", y puso como ejemplo a Isaac, cuya mano fue detenida por el Señor justo antes de matar a su hijo: "Es claro que la mano de Dios no salió repentinamente del cielo. Se trata más bien de un acto de contrición", dijo.

Los programas de TV y los videojuegos parecen haber suplido a los libros como pretextos para realizar atrocidades. Pero no hubo un video o juego donde se propusiera hacer añicos el World Trade Center o estrellar un avión contra la Casa Blanca, hechos que, de acuerdo a la información de que se dispone, sirvieron de "inspiración" para los terroristas que en septiembre del 2001 cambiaron el rumbo de la historia. Para muchos especialistas, el libro Deuda de Honor de Tom Clancy, marca una extraña coincidencia: en él, un japonés "injuriado" por el debilitamiento del imperio nipón propone utilizar a pilotos kamikaze hacia el Pentágono y la Casa Blanca. Más que una coincidencia con lo que ocurrió hace cinco años y medio; de hecho, el mismo día de los ataques corrió el rumor de que los terroristas eran japoneses inmolados en protesta por la derrota japonesa de 1945.

Existe también la teoría de que Foundation, una serie de novelas escritas por Isaac Asimov, hayan inspirado a Osama bin Laden para ejecutar los atentados. Se trata de una historia en la que un grupo de científicos proponen, como forma de terminar con un imperio galáctico decadente, que la religión sea el arma más efectiva para controlar a los hombres y a los mundos. Lo curioso es que The Foundation (La Fundación), al traducirse al árabe significa al-Qaeda, esto es, La Base de la Fundación. aunque hay quienes dudan que ese libro haya sido siquiera traducido, ya no digamos publicado, en Medio Oriente.

Donde sí existe más certeza de la influencia que un libro ejerció en una mente enferma fue con The Turner Diaries, donde un grupo supremacista blanco derroca al gobierno para luego darse a la tarea de eliminar a las "etnias indeseables", y para el efecto hace estallar una bomba en un edificio de oficinas del FBI. Algo similar ocurrió en la vida real cuando Timothy McVeigh colocó un artefacto en Oklahoma donde murieron 168 personas. Al final de la novela el narrador se dirige hacia el Pentágono en un avión cargado de bombas, una asombrosa coincidencia con el libro de Clancy.

Otro chalado a quien se atribuye haber sido influenciado por un libro fue Ted Kaczynski, más conocido como Unabomber. The Secret Agent (El Agente Secreto) fue escrito por Joseph Conrad y habla de un ex profesor universitario convertido al anarquismo --como Kaczynski o como Abimael Guzmán, aunque éste leía otro tipo de literatura-- y que luego es reclutado para volar el observatorio de Greenwich; en el proceso el protagonista se convierte en un experto en fabricación de bombas caseras.

La novela A Clockwork Orange (Una Naranja Mecánica) fue publicada por primera vez en 1962. Su autor, Anthony Burguess, se defendió de las críticas de que su obra había inspirado el ataque a un vagabundo anciano en las calles de Londres. Cuando fue llevada al cine por Stanley Kubrick, en 1971, hubo jóvenes que repitieron algunas escenas, sobre todo la de la violación al ritmo de "Singin' in the Rain", lo cual motivó que el fuera estuviera prohibido en Gran Bretaña hasta el 2004. Poco antes de su muerte, Burguess reconoció que la literatura "podría tener cierta influencia en mentes inestables".

Un caso también bastante conocido fue el de Mark Chapman, el asesino de John Lennon, quien tenía en sus manos una copia de la novela A Catcher in the Rye al momento de ser detenido. Esta obra, escrita por Holden Caufield, narra la historia de un tipo rechazado por la sociedad quien, en venganza, decide cometer un acto que lo convertirá en el foco de atención. Más aún, Chapman quiso cambiar legalmente su nombre por el de Caufield.

Y como suele suceder con los casos aquí descritos, los responsables achacaron su comportamiento a la lectura de esos libros, tal y como sucede cuando hay películas y aun series animadas que sirven de "inspiración" para cometer un ilícito.

Tampoco es un fenómeno nuevo, naturalmente: el final de Romeo y Julieta se ha dado tantas veces en la historia --incluso siglos antes que naciera Shakespeare-- que el hilo de la literatura con la realidad es fácilmente confundible- Pero los anteriores ejemplos muestran cómo unas hojas impresas aún poseen enorme poder para delinear la forma en que hoy vivimos.

¿Desea opinar sobre este texto?

fasenlinea@yahoo.com

ofmart@hotmail.com

 

 

Inicio

Nacional

Internacional

Cibernética

 

Literatura

Cine

Medios

Y demás