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Cibernética

Curiosidad, geografía, morbo... Google Earth los concentra todos

Una página que empezó como mera curiosidad se encuentra hoy entre las más adictivas de la red. Pero las opiniones en torno a su conveniencia y sus riegos apenas comienzan a barajearse

DICIEMBRE, 2006. Puede afirmarse, sin exageraciones, que Google Earth es la página más exitosa actualmente en la red donde el afán de protagonismo no consiste en subir videos ni fotografías propios sino en hallar, en una acción que puede ser adictiva, construcciones, monumentos, ciudades y aun la calle en donde vivimos mediante un mapa vía satélite acompañado de un zoom. G.E. fue una de las sensaciones del 2006 en la red junto con youtube, la cual, no casualmente, fue adquirida por Google el pasado octubre.

La gran diferencia con los mapas convencionales es que la imagen del G.E. puede ser vista como un planeta entero hasta acercar el zoom con la posibilidad de ver automóviles, gente y el sitio donde se encontraban las Torres Gemelas. También aquí se dilucida una de las interrogantes en torno a la Gran Muralla China, la cual sí es posible ver desde el espacio.

"G.E. es una maravilla", refiere Horacio González, un ingeniero en computación. "Se trata de un enorme mapamundi conformado por miles de fotografías tomadas vía satélite que fueron compuestas digitalmente. Debe haber sido una labor que tomó meses, pero sin duda vale la pena. Google Earth es el maestro de geografía más divertido que hayamos tenido".

En cuanto uno encuentra el propio techo de su casa, y aun su jardín, comienza la adicción, agrega: "De repente te das cuenta que tienes en la pantalla una forma increíble de viajar por computadora a donde quieras. He visto el Vaticano, la Plaza Roja de Moscú, el Canal de Panamá, la Casa Blanca, las Pirámides de Egipto y la Torre Eiffel, algo que difícilmente podría hacer en la vida. Claro que lo mejor es visitarlas en persona, pero al menos te das una idea de dónde todo lo que rodea estos monumentos".

En ello coincide Juan Carlos Medina, padre de familia: "Creo que con G.E. la red vuelve a tomar uno de los roles que tenía cuando se hizo popular hace 10 años, éste es, el difundir la educación. Hasta hace poco mis hijos se pasaban horas en el chat platicando de todo y al mismo tiempo de nada. Ahora les gusta visitar el G.E. con lo que además de geografía tienen oportunidad de saber sobre historia, y también para que vean más acerca del planeta en que les tocó vivir así como la importancia de preservarlo".

No todos están de acuerdo con la popularidad del G.E. Al gobierno chino, por ejemplo, no le ha hecho mucha gracia que alguien con una computadora en Taiwán pueda asomarse al interior del inmenso país de modo que, a iniciativa de los dueños de Google, esa página se encuentra bloqueada para su consulta dentro de China. Tampoco ha recibido opiniones favorables por parte de gobiernos como el cubano el cual asegura que puede ser aprovechado para realizar labores de espionaje.

Otros gobiernos como el iraní, mediante un decreto de un personaje trastornado al que tiene como presidente, prohibió a sus ciudadanos visitar Google Earth. No deja de ser una coincidencia que los gobiernos totalitarios sean los primeros en oponerse a la existencia de esta página. "En tiempos de la guerra fría pudiera entenderse semejante paranoia ¿pero ahora en que la red ha eliminado las fronteras y la censura? Me parece ridículo", dice el abogado Humberto Arreola.

En Estados Unidos la mayor inquietud se basa en que G.E. puede ser convertirse en una arma poderosa para quienes gustan de acosar a las celebridades y a las estrellas de cine. "Innegablemente quien tenga un buen equipo interceptor de llamadas en celular puede encontrar los domicilios rápidamente a través de G.E.", señala González, el ingeniero en computación. Y es que la página no sólo te ofrece una imagen de la calle y de la casa, sino también el modo de llegar allí".

Sin embargo la mayoría de quienes se oponen al G.E. aluden que invade la privacidad. La más reciente versión de la página tiene un costo, a diferencia de la que se encuentra gratuitamente disponible, tiene un alcance con el cual incluso es posible distinguir la marca del automóvil y hasta la gente reunida alrededor de una piscina. Se ha pedido a Google que no incluya un zoom "potente" aunque no se ve viable que se les haga mucho caso.

"Lo que tenemos con Google Earth es otra variante de nuestro morbo, al que yo llamaría geográfico", concluye Hernández entre risas. Hace unos años la sensación era jennycam.com, donde podías ver cómo era la vida de una muchacha en su cuarto, luego fueron esas camaritas que te permitían ver imágenes de otras ciudades. G.E. es otro capítulo de todo este borlote. Sin embargo este sí es mucho más adictivo. Eso que ni qué.