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ACTUALIZADO: 08.16.2001 19:43:07 -0500

Proporcionado por Oxfam America

Reporte Morán - Cobertura Especial
SECCIONES: PRÓLOGO / RESUMEN EJECUTIVO / INTRODUCCIÓN / HALLAZGOS / OBSERVACIONES RELACIONADAS / RECOMENDACIONES / REFERENCIAS
INTRODUCCIÓN
¿Ha visitado usted muchas minas en operación? Si la respuesta es sí, usted sabe que la mayoría está localizada a distancia de los grandes centros poblados, a menudo en las áreas montañosas. Las razones, generalmente, tienen que ver con cómo se forman los sedimentos minerales naturales y cómo funciona el proceso de formación de las montañas y de la historia de sedimentación del área. Los ciudadanos de las partes más densamente pobladas de los países desarrollados simplemente no tolerarían el ruido, el tráfico de los camiones y el potencial de contaminación que conlleva la explotación de grandes minas de metales. Hay excepciones, pero, por supuesto son sólo eso, excepciones. Es incluso mucho menos frecuente encontrar una moderna mina de metales en operación, localizada en un área poblada y cuyos ingresos provienen mayormente de la agricultura. De nuevo, existen excepciones, pero las discutiremos luego.

Tambogrande se sitúa en un área agrícola, cerca de 100 km al interior de la costa del Pacífico y cerca de 50 km al sur de la frontera con Ecuador (ver el mapa [a la izquierda).

Hace aproximadamente 50 años, esta área tenía sólo unas pocas fincas y ranchos que obtenían una cantidad muy limitada de agua de los ríos de la localidad, cuyo flujo era intermitente. Un programa de varias etapas de desviación e irrigación de agua comenzó alrededor de principios de 1949, el cual desvió aguas del Río Quiroz en la cuenca del Río Piura, abasteciendo el área de Tambogrande. El financiamiento para la etapa inicial vino del gobierno peruano, y las etapas posteriores las financió el Banco Mundial, los gobiernos de Perú y Estados Unidos, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, y el Banco Peruano de Fomento Agropecuario. [Los detalles del proyecto de irrigación vienen de Aste Daffos, 2001.] Por ende, se ha invertido una cantidad significativa de ayuda internacional y de fondos para el desarrollo para convertir estas tierras en tierras agrícolas irrigadas, con resultados que son visibles 50 años después.

Las mejoras producidas por la desviación de las aguas y la irrigación llevaron a Tambogrande a convertirse en una de las áreas agrícolas más exitosas y rentables en el Perú. Allí se producen grandes cantidades de mangos, limones, arroz, algodón, caléndula y maíz. Juan Aste Daffos, un economista de la ONG Grupo de Investigaciones Económicas, ECO, estima que solamente la producción promedio anual de limones y mangos genera cerca de $12.5 M y $83.5 M respectivamente a los agricultores locales, y cerca de $41.0 a $106.5 respectivamente a la economía nacional, mayormente en forma de exportaciones (comunicación escrita, Mayo 2001).

Siendo esencialmente un desierto cerca a la costa (precipitación promedio de 60mm por año), localizado cerca de 5 grados de longuitud sur del ecuador, gran parte del área de Tambogrande posee "bosques secos" compuestos por una cantidad inusual de árboles de algarrobo. Estos árboles de raíces profundas son capaces de extraer el água subterranea que ha sido recargada por las aguas de irrigación y por las lluvias resultado de eventos de "El Niño". El Algarrobo es una parte central del ecosistema local ya que provee sombra y modera los fuertes vientos locales, limitando así el proceso de desertificación. También proporciona madera (para construcción, cocción de alimentos/calefacción), y las vainas de las semillas son una fuente de "miel" (Torres, G., 2001).

En los últimos años, la empresa minera canadiense Manhattan Minerals ha descubierto depósitos minerales que contienen cantidades significativas de oro, plata, cobre y zinc, muchos de los cuales se encuentran debajo del pueblo de Tambogrande en el norte del Perú. Aún cuando la historia y geografía del área demuestran que Tambogrande es una opción bastante inusual para ubicar un potencial sitio minero, por múltiples razones. Se ha invertido una cantidad signficativa de dinero internacional para convertir el terreno en fincas con irrigación; actualmente, las exportaciones agrícolas de esta región contirbuyen significativamente a la economía nacional. Ahora, Manhattan Minerals está proponiendo que buena parte del pueblo sea reasentada para dar lugar a las nuevas instalaciones de la mina, la cual operará por lo menos 20 a 30 años, y estará inmediatamente adyacente a los hogares de cerca de 14,000 a 16,000 personas y a uno de los terrenos agrícolas más productivos en el Perú.

Activistas locales trabajando sobre estrategias para resistir la construcción de la mina. Todo el area detrás de ellos estaría dentro del tajo propuesto, TG-1.

Manhattan Mineral está proponiendo la explotación de minerales mediante la construcción de varias excavaciones a tajo abierto, una de las cuales (referida en la compañía como TG-1) estará localizada donde actualmente se encuentra el pueblo. TG-1 tendrá aproximadamente 250 metros de profundidad y requerirá el reasentamiento de aproximadamente 8.000 habitantes, de una población total de entre 14.000 a 16.000. Sería importante anotar que la página web de la empresa Manhattan establece que serán reasentados cerca de 1.600 hogares.

Cualquier propuesta para desarrollar minería a gran escala en un área predominantemente agrícola, garantiza que causará mucha controversia,especialmente si los ciudadanos locales no están familiarizados con los impactos esperados, si cuestionan si se van a beneficiar de tal proyecto y de los desplazamientos y si sienten que no han sido informados adecuadamente acerca de los temas involucrados y sus potenciales consecuecias.

Los ciudadanos de allí están bastante preocupados por el impacto potencial sobre los recursos hídricos locales si tal proyecto se desarrolla. Específicamente, temen que las actividades mineras impactarán negativamente en las fuentes y los volúmenes de agua usados para irrigar las cosechas agrícolas (mangos, algodón, limones, papaya y arroz), los cuales son parte vital de la economía actual. También temen que este proyecto minero baje la napa de agua, causando que los pozos se sequen y marchitando posiblemente a los árboles de algarrobo. Mas aún, los ciudadanos están razonablemente preocupados que el desarrollo de la mina pueda contaminar las aguas superficiales y subterráneas, los suelos y los cultivos a través de la generación de desechos ácidos y cargados de metales y la emisión de químicos potencialmente tóxicos utilizados en el proceso, como el cianuro. De hecho, tales impactos han occurido, en las áreas que rodean numerosos sitios mineros en el Perú y en el mundo entero.

Existen cientos de sitios en los países en vías de desarrollo donde las compañías mineras internacionales están operando o se proponen operar estos grandes proyectos. Casi toda la información técnica y medioambiental relacionada con estos proyectos es pagada y preparada por representates de las compañías mineras. Estos documentos medioambientales preparados por los consultores para las compañías mineras y las instituciones crediticias normalmente no consideran los impactos potenciales desde el punto de vista de aquéllos que probablemente sean los más afectados, los ciudadanos locales.

Los informes de los consultores en minería no logran discutir de manera realista los impactos desagradables; esto no esta bien para sus prospectos de empleo futuro, y es más fácil para los políticos aprobar proyectos en los cuales no se predicen impactos negativos. Informes poco francos de los consultores se elaboran en los países desarrollados y en vías de desarrollo (Moran, 2000). Esto conlleva a gran desconfianza por parte de la opinion pública, y a que frecuentemente los resultados de los costos ambientales no previstos deban ser pagados posteriormente no por las empresas mineras, sino por los contribuyentes con sus impuestos (Moran, 2001). Tales preocupaciones están presentes en el proyecto TamboGrande.

El propósito de este informe es presentar y comenzar la discusión sobre los asuntos críticos relacionados con el agua y el medio ambiente desde una perspectiva de aquéllos potencialmente afectados, la comunidad. Se pretende dar una revisión, desde afuera, de la calidad de la información medioambiental actualmente disponible para el público acerca del proyecto Tambo Grande, preparada por la empresa Manhattan o sus consultores.

Muchos oficiales del gobierno peruano han afirmado que el proyecto Tambo Grande no tendrá impactos ambientales negativos. Este informe también contendrá comentarios acerca de esas afirmaciones.

Este informe no pretende dictarle a los ciudadanos locales y a los reguladores qué hacer. Pretende más bien, proveer soporte técnico a los ciudadanos locales y a las ONGs, y ayudarles en la determinación de sus propias opciones relacionadas con el medio ambiente y el desarrollo.

Robert E. Moran, Ph.D. Water Quality/Hydrogeology/Geochemistry, 501 Hess Ave., Golden, CO 80401 U.S.A., Phone: (303) 526-1405, Fax: (303) 526-2678, Internet: remoran@aol.com ©Agosto de 2001 por Robert Moran para Oxfam America, Mineral Policy Center y Environmental Mining Council of British Columbia.

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