¿Cómo rezar el Santo Rosario? |
¿QUÉ ES EL ROSARIO? La palabra Rosario significa "Corona de Rosas". Nuestra Señora ha revelado a varias personas que cada vez que dicen el Ave María le están dando a Ella una hermosa rosa y que cada Rosario completo forma una corona de rosas. La rosa es la reina de las flores, y así el Rosario es la rosa de todas las devociones, y por ello la más importante de todas. El Rosario está compuesto de dos elementos: oración mental y oración verbal. En el Santo Rosario la oración mental es la meditación sobre los principales misterios o hechos de la vida, muerte y gloria de Jesucristo y de su Santísima Madre. Estos misterios se han dividido en cuatro grupos: Gozosos, Luminosos, Dolorosos y Gloriosos. CÓMO REZAR EL ROSARIO 1. Mientras se sostiene
el Crucifijo hacer la Señal de la Cruz.
MISTERIOS DEL SANTO ROSARIO Durante la oración del Santo Rosario se meditan los misterios de nuestra fe. En cada rosario meditamos 5 misterios seguidos cada uno por un Padre Nuestro y diez Avemarías. Los misterios están agrupados en cuatro: (lunes y sábados) Luminosos (jueves) Dolorosos (martes y viernes) Gloriosos (miércoles y domingos) Meditamos en el corazón, como María. Contemplamos el rostro de Jesús acompañados por la Santísima Virgen. Con ella vamos a Jesús para entregamos al Padre. A medida que decimos las oraciones vocales, vamos pensando en los principales misterios de nuestra Redención. Los
Misterios Gozosos
En color azul damos la meditación dada por la Virgen en los Mensajes de San Nicolás 1- La Anunciación del ángel a María Santísima (Lucas 1, 30-32, 38)
"Nunca como ese día, en que me fue Anunciado por el Ángel Gabriel, que por medio del Espíritu Santo, sería Madre del Hijo de Dios, había Yo experimentado semejante gozo. No entendía, pero Mi fe, Mi gran fe, me hizo pronunciar el Sí, de inmediato". 2- La Visitación de María Santísima a su prima Santa Isabel.
(Lucas 1, 39-43)
"La que por gracia de Dios, estaba esperando un hijo; la que me llamó Bendita entre las mujeres; así me siguen llamando y lo seguirán haciendo por la eternidad". 3- El Nacimiento de Jesús en el portal de Belén (Lucas 2, 6-11)
"Después de pasar largas horas pidiendo amparo, llegamos con José, hasta aquel establo y allí, en esa noche tan fría, nació Jesús, muy pobremente, pero abrigado con mi calor de Madre". 4- La Presentación del Niño Jesús en el Templo (Lc 2, 22-25, 34-35)
"Fuimos,
José, Mi Niño y Yo; allí estaba Simeón, quien
me profetizó que una espada atravesaría Mi Corazón".
5- El Niño perdido y hallado en el Templo (Lc 2, 41-47)
"Lo hallamos predicando entre los Doctores de la Ley, la Palabra de Su Padre. Era ya a los doce años, Su más grande y Fiel Predicador. Mi Hijo, me llenó de gozo desde el mismo instante de Su Anunciación; me llena hoy de gozo al permitirme estar a Su lado, llamando a las almas a la conversión". Los
Misterios Luminosos
1- El bautismo de Jesús en el Jordán (Mt 3, 13, 16-17)
2- Su autorrevelación en las bodas del Caná (Jn 2,1-5)
3- Su Anuncio del Reino de Dios, invitando a la conversión (Mc 1, 15, 21; 2,3-11;
Lc 7, 47-48)
(Lc 7, 47-48)
4- Su
Transfiguración
(Mt 17, 1-3, 5)
5- Institución de la Eucaristía, expresión sacramental del misterio pascual. (Jn, 13, 1; Mt 26, 26-29)
Los
Misterios Dolorosos
1- La Agonía en el Huerto (Lc 22, 39-46)
"Yo
te diré, cómo sufrió Jesús sus últimas
horas: Jesús oraba esperando su momento, esperando como el más
manso y fiel Cordero".
2- La Flagelación de Nuestro Señor Jesucristo (Jn 18, 33, 19;1)
"Fue
flagelado: Los latigazos, le fueron quemando el cuerpo, hasta lastimarlo
y sangrarlo. ¡Era el comienzo!"
3- La Coronación de Espinas (Mt 27, 29-30)
"Las
espinas: Le fueron colocadas despaciosamente, ya que así sufriría
más, porque iban introduciéndose en su cabeza, tocándole
hasta los huesos".
4- Jesucristo con la cruz a cuestas y camino al Calvario. (Mt, 27, 31; Jn 19, 17;
Mc 15, 21)
" Mi Hijo, caminaba tremendamente agotado, casi desfalleciente con el madero. Ya al comenzar la marcha, se le incrustó en su hombro derecho, produciéndole una profunda herida y la más dolorosa hasta ese momento". 5- La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor (Lc 23, 33-34, 44-46;
Jn 19, 33-35)
"Finalmente
fue crucificado: Su boca, clamaba a Su Padre, no tanto por El, sino por
los hombres, por la miseria humana que lo rodeaba. La crucifixión
de Cristo Jesús, mostró y sigue mostrando al mundo, el amor
de Dios por los hombres, aun por los que no encontraron el Camino de la
Vida; porque todo es obra del Creador. Pido fe, del mundo hacia Cristo,
esperanza en Cristo, y amor a Cristo".
Los
Misterios Gloriosos
1- La Resurrección del Señor (Mt 28, 5-6)
"..muy
grande fue Mi sufrimiento, el día de la Crucifixión de Mi
Hijo, pero más grande aún, fue la emoción de Su Resurrección:
El, ya la había anunciado a sus discípulos. Yo esperaba,
porque sabía que resucitaría; jamás dudé de
ese anuncio. Después del gran dolor, la alegría, frente a
la certeza de saberlo en las Alturas, junto a Su Padre".
2- La Ascensión (Lc 24, 50-51; Mc 16,
20)
"El, está en Cuerpo y Alma en el Cielo y desde allí, observa los corazones y penetra en ellos, para luego obrar según Sus designios". 3- La Venida del Espíritu Santo sobre María Santísima y los Apóstoles. (Hch 1, 14; 2, 1-4)
"El
Espíritu Santo descendió estando Yo, en oración con
los Apóstoles y el Espíritu fortaleció los espíritus".
4- La Asunción de la Virgen Santísima en cuerpo y alma al Cielo. (Ct 2, 10-11, 14)
"Fui Asunta al Cielo: También en Cuerpo y Alma, gracias a la Misericordia del Padre, al Amor del Hijo y al Poder del Espíritu Santo y desde el Cielo, en Mi Cuerpo Glorioso, junto a Mi Hijo, intercedo ante Él, por las necesidades de los hijos". 5 -La Coronación de la Virgen Santísima como Reina y Madre de Cielos y Tierra. (Sal. 45, 14-15; Ap 11,
19;12, 1)
"Soy la Madre de todo lo creado por Dios: Soy la Señora vestida de Sol, la Nueva Eva, La que llevará a los hombres, a la Luz, La que hará posible que sea alcanzada por ellos, la eternidad." Según la tradición,
la reflexión de los misterios es la parte del rosario que la Virgen
le explicó a Sto. Domingo con mucho cuidado. Cuando pensamos en
Jesús, meditando los misterios de la revelación, profundizamos
nuestra fe y valoramos lo que El ha hecho por nosotros. La mejor forma
de lograr esa meditación es hacerla con Su Santísima Madre,
la Virgen María. Empezamos a comprender, a la vez, el gran papel
que juega María en nuestra Redención. Los misterios del rosario
nos acercan más a Jesús y a María.
ORACIONES DEL ROSARIO Señal de la cruz
SEÑAL DE LA CRUZ Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios Nuestro, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. AMÉN. Pésame, Dios Mío, y me arrepiento de todo Corazón por haberos ofendido. Pésame por el infierno que merecí y por el Cielo que perdí; pero mucho más me pesa, porque pecando ofendí a un Dios tan bueno y tan grande como Vos. Antes querría haber muerto que haberos ofendido y propongo firmemente no pecar más y evitar todas las ocasiones de pecado. Amén. Oración por las INTENCIONES de la Santísima Virgen que Ella misma le enseñó a Gladys Motta. Que el Señor tenga misericordia con el mundo entero, y que el mundo entero responda a su llamado de conversión; que el hombre se entregue totalmente a Dios y que no deje pasar este momento tan especial, y por la paz del mundo. INVOCACION
AL ESPÍRITU SANTO
Ven, Espíritu Santo; ven por medio de la poderosa intercesión del Inmaculado Corazón de María, tu Amadísima Esposa. Padre nuestro, que estás
en el Cielo, santificado sea Tu nombre; venga a nosotros Tu Reino; hágase
Tu Voluntad, así en la tierra como en el cielo.
Dios te salve María,
llena eres de Gracia, El Señor es contigo, bendita Tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Gloria al Padre, y al
Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora
y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Dios te salve, Reina y
Madre de Misericordia, Vida, dulzura y esperanza nuestraS. Dios te
salve, a ti clamamos los desterrados hijos de Eva. A Ti suplicamos gimiendo
y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora abogada
nuestra. Vuelve a nosotros esos Tus ojos misericordiosos, y después
de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de Tu
vientre. ¡Oh clemente! ¡Oh piadosa! ¡Oh dulce Virgen
María! Ruega por nosotros, santa Madre de Dios. Para
que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
Después de cada decena, rezamos la siguiente oración, enseñada por la Virgen María a Gladys Motta: Padre, líbranos de todo mal; con tu Santa Sabiduría, Señor, sálvanos de todo pecado. En nombre de todos cuantos te queremos, Señor, llévanos por el camino del bien, amén. MISTERIOS LUMINOSOS Pasando de la infancia y de la vida de Nazareth a la vida pública de Jesús, la contemplación nos lleva a los misterios que se pueden llamar de manera especial "misterios de luz", explica Juan Pablo II. En realidad -dice-, todo el misterio de Cristo es luz. Él es "la luz del mundo" (Juan 8, 12). Pero esta dimensión se manifiesta sobre todo en los años de la vida pública, cuando anuncia el evangelio del Reino. Y nos indica Juan Pablo II cinco momentos significativos -los misterios "luminosos"- de esta fase de la vida de Cristo: 1. Misterio de luz es ante todo el Bautismo en el Jordán. En él, mientras Cristo, como inocente que se hace ‘pecado’ por nosotros (cf. 2 Corintios 5, 21), entra en el agua del río, el cielo se abre y la voz del Padre lo proclama Hijo predilecto (cf. Mateo 3, 17 y textos paralelos), y el Espíritu desciende sobre Él para investirlo de la misión que le espera. 2. Misterio de luz es el comienzo de los signos o milagros en Caná (cf. Juan 2, 1-12), cuando Cristo, transformando el agua en vino, abre el corazón de los discípulos a la fe gracias a la intervención de María, la primera creyente. 3. Misterio de luz es la predicación con la cual Jesús anuncia la llegada del Reino de Dios e invita a la conversión (cf. Marcos 1, 15), perdonando los pecados de quien se acerca a Él con humilde fe (cf. Marcos 2. 3-13; Lucas 47-48), iniciando así el ministerio de misericordia que Él continuará ejerciendo hasta el fin del mundo, especialmente a través del sacramento de la Reconciliación confiado a la Iglesia. 4. Misterio de luz por excelencia es la Transfiguración, que según la tradición tuvo lugar en el Monte Tabor. La gloria de la Divinidad resplandece en el rostro de Cristo, mientras el Padre lo acredita ante los apóstoles extasiados para que lo «escuchen» (cf. Lucas 9, 35 y textos paralelos) y se dispongan a vivir con Él el momento doloroso de la Pasión, a fin de llegar con Él a la alegría de la Resurrección y a una vida transfigurada por el Espíritu Santo. 5. Misterio de luz es, por fin, la institución de la Eucaristía, en la cual Cristo se hace alimento con su Cuerpo y su Sangre bajo las especies del pan y del vino, dando testimonio de su amor por la humanidad «hasta el extremo» (Juan 13, 1) y por cuya salvación se ofrecerá en sacrificio. Excepto en el de Caná,
en estos misterios la presencia de María queda en el trasfondo,
explica Juan Pablo II y añade: Los Evangelios apenas insinúan
su eventual presencia en algún que otro momento de la predicación
de Jesús (cf. Marcos 3, 31-35; Juan 2, 12) (…). Pero, de algún
modo, el cometido que desempeña en Caná acompaña toda
la misión de Cristo. La revelación, que en el Bautismo en
el Jordán proviene directamente del Padre y ha resonado en el Bautista,
aparece también en labios de María en Caná y se convierte
en su gran invitación materna dirigida a la Iglesia de todos los
tiempos: "Haced lo que él os diga" (Juan
PROMESAS DE LA VIRGEN
A QUIENES
1. Los pecadores obtienen
el perdón.
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