LOCUCIONES
INTERIORES
En el mensaje Nº
1268 del día 28 de septiembre de 1987 Gladys consulta a la Santísima
Virgen sobre una experiencia que ella tiene:
Siento necesidad de escribir: "Pon tu confianza en Cristo y Cristo te dará
Luz"
Después que escribo me quedo pensando; en ese momento la veo y me
dice: Debes predicarlo.
Le pregunto: ¿Madre, cuando yo escribo porque siento la necesidad
de hacerlo, es eso una locución interior?
Me dice: Sí, porque en esos momentos, oyes la voz interior de
Mi Corazón, que le habla al tuyo. Es otra forma de comunicarme
contigo"
El 16 de noviembre de 1987 Gladys ya reconoce por su nombre esa experiencia
interior y así lo escribe en el mensaje Nª 1300:
Tengo una locución interior. Abandonarse en Dios significa:
Despojarse de la propia voluntad y desear hacer solamente, la voluntad
de Dios.
El 18 de diciembre de ese mismo año, en el mensaje Nº 1323
dice:
Tengo una locución interior: La oración, consuela, defiende
al alma del maligno y no permite que el alma caiga en las tinieblas.
El 19 de enero de 1988, en el mensaje Nº 1339, expresa:
Tengo una locución interior:
Oh,
Madre mía,
hasta
tus pies llego,
postrándome
con inmenso amor;
ofreciéndote
mi vida toda.
Guárdame
en Tu Corazón,
Sé
Tú, mi Dueña absoluta
y
Guardiana de mi vida.
Sé
que unida a Tí,
confiando
plenamente en Tí,
llegaré
hasta el Corazón de Tu Hijo.
Amén.
Luego la veo y me dice: Pueden repetirla mis consagrados.
El 3 de junio de 1988, en el mensaje Nº 1433, escribe:
Tengo una locución interior:
Sed
humildes como el Humilde;
dad
amor al que sufre; limosna al pobre.
Tened
caridad con el hermano y el Señor, que ahonda en los corazones,
tendrá Misericordia de los misericordiosos.
El día 10 del mismo mes, en el mensaje Nº 1438 dice:
En la tarde tengo una locución interior:
Corazon
de Jesús, Llama Ardiente, Llama de Amor.
Corazón
de Jesús, Humilde Corazón.
Corazón
de Jesus, Amante Corazón.
Corazón
de Jesus, Todo Fortaleza.
Corazón
de Jesús, Paz del espíritu.
Corazón
de Jesús, Esperanza del cristiano.
Corazón
de Jesús, Misericordioso Corazón.
El 1º de octubre de ese año no escribe el contenido de su locución
interior, sino sólo el dulcísimo y esperanzador comentario
de la tierna Madre:
Tengo una locución interior.
Me dice la Santísima Virgen, por Jesús:
Búscalo
y lo encontrarás,
llámalo
y te responderá,
ámalo
y te Amará,
abre
tu corazón y te encontrarás en Su Corazón.
El
22 de diciembre de 1988, expresa:
Tengo una locución interior: Buscad con ansia al Señor
y abandonad en Él, vuestra alma.
Tres sueños y una locución interior de Gladys, inducen
a la búsqueda del agua del Santuario, la que finalmente fue
hallada cuando, el 4 de junio de 1991, se comenzó con la perforación
definitiva.
El 2 de diciembre de 1989 captó Gladys fuertemente en su interior,
a modo de locución, la cita bíblica del profeta Ezequiel,
capítulo 47, versículo 1º, mientras conversaba sobre
el tema del agua:
"Llevóme luego, [el Señor] otra vez a la entrada del templo,
y vi que debajo de él, al Oriente, brotaban aguas, pues la fachada
del templo estaba al Oriente, y las aguas descendían debajo del
lado derecho, al mediodía del altar" (Ezequiel, XLVII, 1)
ESCRITURA
AUTOMÁTICA
El día 3 de abril de 1985, durante una entrevista que Gladys
mantiene con el Dr. Vaamonde a solicitud de la autoridad diocesana, le
manifiesta lo siguiente:
"La Virgen me inspiró estas oraciones (se las muestra y le pide
que las lea). Yo las escribía en cinco minutos, rápidamente.
Ella es la que me hace escribir eso.
Si fuera por mí tardaría mucho. Ella es la que me lleva
la mano, como si alguien me agarrara el brazo. Yo me pongo con los
ojos cerrados y la veo a la Virgen como lo veo a usted.
Le diré que no veo a la Virgen cuando yo quiero, sino cuando Ella
quiere aparecerse. A veces se aparece hasta tres veces por día.
Yo puedo estar haciendo cualquier cosa. Yo no sé nunca cuando
Ella se apararece. Ella es la que impone su presencia.
Yo no pierdo la conciencia cuando la Virgen me habla. No me pongo
en ninguna actitud corporal. Cuando la veo es con los ojos cerrados.
Pero cuando me transmite los mensajes puedo abrir los ojos, y escribir,
y luego pasar a ojos cerrados. Entonces la vuelvo a ver.
A veces escribo con los ojos cerrados también. Y otras veces
después que me dice los mensajes continúo escribiendo oraciones
(exclusivamente) sin saber lo que escribo. Yo no escribiría
nada por mí misma, y tardaría mucho si quisiera hacerlo.
A Jesús lo veo también cada 15 o 20 días: no podría
precisarlo. Él también tiene una gran luz. Su
mirada es dulce, y yo siento una gran fuerza que Él tiene. Jesús
también me dio mensajes".
El Dr. Vaamonde informa: Me lee una oración que ella escribió
sin saberlo (escritura automática). La Sra. de Motta se extraña
y admira de ese texto como si no fuera propio.
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