Oraciones 
dictadas o inspiradas por la 
Santísima Virgen a
Gladys Quiroga de Motta
CONSAGRACION

¡Oh Madre, quiero Consagrarme a Ti!
Virgen María, hoy Consagro mi vida a Ti;
siento necesidad constante
de Tu presencia en mi vida,
para que me protejas, me guíes y me consueles.
Sé que en Ti mi alma encontrará reposo
y la angustia en mí no entrará,
mi derrota se convertirá en victoria,
mi fatiga en Ti, fortaleza es.
Amén

 
ORACION:

Madre, una gracia te pido.
Que me sanes en cuerpo y alma.
Sé que debo despojarme de mi orgullo
y de todos mis pecados.
Qué lejos estaba de Ti.
Qué negro velo cubría mi alma.
Hoy te descubro y quiero vivir.
Detén tu mano,
pósala en mi corazón.
Amén.

SÚPLICA AL SEÑOR

Señor, Tú eres mi fortaleza
y mi razón de ser,
escucha mi voz y mi plegaria,
tiende Tu mano
que yo me aferro
para poder vivir.
Yo me refugio en Ti, Señor.
Mi corazón está contigo.
Amén.

PLEGARIA POR EL HERMANO

Dios mío escucha esta plegaria.
Tú que me alivias en mi dolor,
hoy te pido por mi hermano.
Dale fuerzas para resistir
los malos momentos
que le toca vivir,
sácalo de su desesperanza,
condúcelo por Tu Divina Senda.
Haz que acepte Tu voluntad,
que no ponga en peligro su vida,
sino que la salve Señor.
Amén.

 
"Hija: Quiero que tus hermanos se abandonen al Señor. Aquellos que no logran despegarse del materialismo, los que caen en las debilidades humanas, los que son tentados por satanás deben orar diciendo:"

"Señor, llévame de Tu Mano
no quiero perder Tu Senda.
Quita el enemigo de mi lado
sólo Tú puedes hacerlo.
Sana mi corazón herido,
para llenarlo con Tu Nombre.
Amén."

"Esta oración los hará conmover. Gloria a Dios"

 
              "Orad:"

Fortaléceme Señor
con tu inagotable Amor;
mira mi pobre alma
y de mí ten piedad.
Llena de fe mi corazón,
mi espíritu, todo mi ser;
recíbeme y condúceme,
Bendito seas.
Amén.

      ·                "Salváos, meditad esta oración
                        profundamente".

"Orad así:"

Dios mío ayúdame
a ver con claridad,
que no quede confundido,
sácame de este laberinto sin salida,
auxíliame que estoy perdido.
Dame la fe que no tengo
quiero creer en Ti,
no permitas que me hunda
que todo se derrumbre sobre mí,
a Ti prometo Señor
dedicar mis días.
Amén.

Salváos, meditad esta oración profundamente. Alabado sea Dios.

 
En la tarde, siento la necesidad de escribir a Jesús:

Gracias por ser mi guía,
por el aire que respiro
porque puedo ver el día,
por estar viva y sentirte dentro mío.
Por saber que no estoy sola,
por querer a mis hermanos,
por mi familia, mi hogar,
por la Luz que has derramado.
Gracias por las alegrías,
por darme a tu Madre, como Madre,
por la Cruz de cada día,
porque con ella quieres salvarme.
Amén.

"Orad así:"

Dios mío ayúdame
a ver con claridad,
que no quede confundido,
sácame de este laberinto sin salida,
auxíliame que estoy perdido.
Dame la fe que no tengo
quiero creer en Ti,
no permitas que me hunda
que todo se derrumbe sobre mí,
a Ti prometo Señor
dedicar mis días.
Amén.

Hija, repite conmigo estas alabanzas al Padre Celestial":

Camino de los perdidos
Medicina de los enfermos
Bebida de los sedientos
Riqueza de los humildes
Bendición de sus hijos
Espíritu consolador
Amor de los Amores
Vida de lo Eterno
Padre de la Divina Misericordia

Se debe decir: Danos la Bendición diaria".

Ven Jesús, que estoy arrepentido
de mis faltas y mis pecados,
ven a mí, no te detengas,
que Tú salvarás mi vida.
Amén.

"Que siempre os acompañe esta oración". 

Señor, has tomado mi vida,
y en Ti confío.
Óyeme Jesús,
consuela mi corazón,
fortalece mi espíritu,
aparta de mí
todo mal pensamiento.
Condúceme con Tu rectitud.
Sé que sólo así
recibiré Tu bendición
en el juicio final.
Amén.
"Oradle al Señor:"

"¡Dios mío, convierte mi tristeza
en alegría,
quita de mí toda pena.
Sé que no cumplo, Señor,
como debiera,
pero sigo tus consejos
porque me suenan a Gloria.
En mi corazón tengo Tu Nombre
y grabado queda.
Amén".

 
Con Tu poder, Dios mío,
has cambiado todo mi ser,
desde hoy vives en mí.
Siempre me das consuelo.
Alientas mi vida,
porque sin Ti nada soy.
Deja en mí
hacer Tu Voluntad Señor.
Amén.
Oración a Jesús Eucaristía:

Amor que en Su desvelo llama,
Vida que en las almas quiere estar,
presencia viva que a vivir invita,
por los siglos de los siglos.
Amén, amén.

Me has tocado mi Señor
con Tus manos milagrosas,
e hiciste que mi vida
cambiara por completo.
Quiero entrar en Tu morada
estar en Tu presencia.
Tú que eres misericordioso
tómame Señor,
que contigo quiero estar.
Amén.
Señor alivia a Tus hijos
necesitados de salud
y de Tu Amor,
alivia sus almas,
consuélalos Señor.
Perdona sus pecados
y cuando los llames a Tu presencia
permite Señor
que entren en Tu Reino.
Amén.
 
Espíritu Santo luz y poder,
te agradecemos la fuerza
que nos das, para que
en ella podamos
apoyarnos y caminar.
Tú que ahondas en lo profundo
de nuestro ser,
y avivas la llama de nuestra fe,
libéranos de todo lo impuro
que podamos albergar
en nuestro pobre corazón.
Te pedimos que con Tu Amor,
nos hagas dignos de entrar
en las puertas del Eterno.
Amén.
 
 
Espíritu puro
que vienes a derramar tus dones
a este pobre pecador,
prepara mi corazón
y líbrame de
la tentación del mundo,
para poder ser aceptado por Ti.
El temor ya no me alcanza
porque te has acercado a mí.
Camino confiado
hacia tu gloriosa Luz purificadora.
Alabado seas
por los siglos de los siglos.
Amén.
Bendito sea el corazón
abierto al Señor.
"Orad:"

Bendito seas, Señor de la Luz
porque tu bendición me das,
me acercas tu Espíritu
como también tu Misericordia.
Maravilloso es tu Amor,
que engrandece al más pequeño
derribando al más soberbio,
alabada sea tu grandeza.
Amén

 
Con Cristo a mi lado
desconozco la debilidad.
Él me sustenta con su Amor
y mis fuerzas se multiplican.
Le doy gracias a Jesús
por haberme despertado,
por enseñarme el camino,
el camino hacia la Vida.
Él es toda mi esperanza,
mi confianza, mi alegría.
Cristo ama, Cristo enseña,
Cristo salva, Cristo redime.
Aleluia.
Bendita seas Madre mía
esperanza de mi vida,
radiante luz de mis ojos,
redención de mis pecados.
Capullo abierto al amor
de tus hijos hacia el Padre,
desde el Cielo me bendices,
mi corazón te entrego Madre.
 
Dulcísimo Corazón de Jesús,
te bendigo, te venero y te pido
tengas de mí compasión.
Que jamás me extravíe
del camino del Señor.
Dame fuerzas Sagrado Corazón,
para poder enmendar mis faltas
y merecer la paz del Señor.
Amén.
"Orad:"

   Busco tu Gracia sin desmayar,
      busco tu Luz porque me puede cambiar,
   a tu divino Amor me enconmiendo,
    qué pobre soy sin Ti, Señor.

  Amén.

 
Soy un pobre enfermo pecador
y he venido a vuestros pies,
a pedirte que me sanes y redimas.
Toma mi corazón Madre, dame tu Amor.
Amén.
En Dios pongo mi vida,
en Dios mi esperanza,
lo sigo seguro
recibiendo su enseñanza.
Sabiendo de sus dones,
confiando en su Amor,
en Cristo creo,
El es mi salvación.
Amén.
 
Señor, haz de mí un hijo nuevo,
engrandece mi corazón,
y llénalo de Amor,
que Tu Bondad de mí se apiade
y llegue a Ti mi oración.
Amén.
Desde hoy rechazo lo malo,
desde hoy recibo lo bueno,
no titubearé
ante el llamado del Señor
porque Él,
me cubrirá de gloria.
Amén.
Señor, estás tan cerca,
y no te vemos,
ofreciéndote,
y no te recibimos,
sientiendo tu presencia,
y te ignoramos,
avergonzados
te pedimos perdón.
Amén.
 
                         Dice la Virgen:

   Soy aliento de los débiles,
   manantial de los sedientos,
   abrigo de los pobres,
   descanso de los fatigados,
   seguridad de los vacilantes,
  acallar de los lamentos,
  alegría de los corazones,
   Arca de todos los pueblos
    y unión entre los hijos y Dios.
Amén.

             Su dulce Nombre nos llega,
          su Amor nos quiere tocar,
       su Corazón nos entrega,
            su Paz, quiere ser nuestra paz.    Amén.
 
                      "Orad todos:"

          Alaben al Señor
            que hizo el Cielo y la tierra,
             alábenlo todos los hombres.
      Bendito el Señor,
      bendito su Amor.
      ¡Gloria, gloria a Dios!
    Amén.

          Que los días de mi vida,
          los viva alabando a Dios.
         Madre, libera mi alma
              y reúneme con el Salvador.
      Amén.

                      Gladys escucha voces que cantan:

Eres Dios y Pan de Vida,
eres Luz y Eternidad,
Amor puro que te brindas
en la tierra por la Paz.
Siembras todas tus semillas
sabiendo a qué tierras van.
Oh Jesús maravilloso
Oh Señor, qué gran bondad.

                               La Ssma. Virgen le dice: 
                              "Son los ángeles que cantan".

 

Madre, creo en tu Amor,
porque es todo en nuestra vida.
Creo en tu humildad,
ella nos sacará la soberbia
y nos hará humildes.
Creo en tus consejos,
que nos haran buenos y generosos.
Creo en tu fidelidad a Dios,
porque nos hará fieles a nosotros tus hijos.
Creo en Ti que eres la llave
que nos abrirá las puertas
del Reino del Señor.
Creo en tu refugio,
porque en Ti lo encontramos.
Creo en Ti Madre y en tu Manto
extendido por el mundo,
que va cobijándonos y
salvándonos de la muerte.
                                                      Amén.
 
Oración:
Oh, Señor, Dios mío
te llamo en mi dolor.
Busca a las almas que  me ofenden,
acércate y despiértalas.
Amén.

Alabanza

Amado por siempre seas,
bendito Tu Nombre Señor,
Tu Corazón nos entregas,
Gloria, Gloria al Señor.

Tu camino nos enseñas
nos conduces con Amor,
alabo Señor Tu nombre,
Gloria, Gloria al Señor.

Siento necesidad de escribir:

Dios me conceda la Gracia de vivir para Ti,
de amar a Tu Corazón con todo mi  ser,
y que seas Tú, Madre mía, la que limpie
mi alma y la purifique.
Amadísima Madre, enséñame a amar a Jesús,
hazme digna de Jesús y de Ti, Madre
y que la consagración de este día,
me una más a Ti y a Tu Hijo.
Amén.

La Virgen me dice: Tus hermanos pueden decir esta oración, el día de la consagración a mi Corazón".

 
Siento necesidad de escribir:

Madre bendita de Dios,
concede a tus hijos,
la fortaleza y el calor
de tus manos bienhechoras.

Danos el Amor que tu Corazón
ansioso quiere darnos,
danos la Luz que del Señor recibes
y la humildad que siempre le entregaste.

Eres Esperanza y Bienestar del alma;
Contigo gozaremos de paz
siguiéndote viviremos
amándote llegaremos a Dios.

 
                        Siento necesidad de escribir:

          Dios me salve,
            dándome humildad, perseverancia
          y amor a su Sagrado Corazón.
        Mi Madre, mi tierna Madre,
         será la que me acerque a Él.
            Creo en Ella y en su Santo Amor;
            Su bendición, me hará merecedora
          de la bendición del Padre.
          Su humildad, me hará humilde
         y me llevará hacia su Hijo.
          Su Amor, me enseñará a amar
        al Santo Espíritu.
                 Bendita seas María, por guiar mi vida.
      Amén

Tengo una locución interior:

Oh, Madre mía,
hasta tus pies llego,
postrándome con inmenso amor;
ofreciéndote todo mi ser,
consagrándote mi vida toda.
Sé que unida a Ti,
confiando plenamente en Tí,
llegaré hasta el Corazón de  Tu Hijo.
Amén.

 
 
En la tarde tengo una locución interior:
Corazón de Jesús, Llama Ardiente, Llama de Amor.
Corazón de Jesús, Humilde Corazón,
Corazón de Jesús, Amante Corazón.
Corazón de Jesús, Todo Fortaleza.
Corazón de Jesús, Paz del Espíritu.
Corazón de Jesús, Misericordioso Corazón.
"Digo a todos tus hermanos: Inclináos en estos días, confiadamente al Sagrado Corazón de mi Hijo y decidle:
 
Corazón de Jesús, por todas las ofensas con que ultrajan a  Tu Dolorido Corazón, 
                             Ten Piedad de las almas.
Corazón de Jesús, por las oraciones que te son negadas,             Ten Piedad de las almas.
Corazón de Jesús, por los corazones que se ocultan a Ti.                        Ten Piedad de las almas.
Corazón de Jesús, por la Sangre que derramaste,
                             Ten Piedad de las almas.


Reparad hijos míos, tanto dolor, con vuestro amor. Orad, orad, orad."

 
Siento necesidad de decirle a mi Virgen María:

Madre mía Celestial,
qué me tienes reservado:
no sé si es dolor o alegría;
pero sé que en este día
en que me siento agotada,
sólo pienso en tu Hijo
que llevó su cruz a cuestas,
que cargó todo el dolor
sin expresar una queja.
Cuánto sufrió Jesús
por el mundo y sus pecados.
Y también pienso por Ti,
tu dolor no se compara;
nada ni nadie en la tierra
sufrió lo que tú sufriste
y siento que yo, Virgen mía,
tendría que estar llorando
no de pena, sino de alegría,
por la carga que me das.
Madre, perdón por tener
estos malos pensamientos.
Ahora me siento aliviada,
sé que estoy iluminada
y me siento resguardada
con toda tu protección.
Amén.

"Esta oración no es solamente para ti, también es para todo aquél que está angustiado por algún motivo, debéis leerla y os aseguro que se aliviará.  Hazla conocer."

 

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